Aborto, el debate que divide a la sociedad

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No se habían acallado los ecos de la movilización de Hugo Moyano cuando, como si hubiese sido un movimiento fríamente calculado para virar la agenda social encerrada entre la crisis, la inseguridad, la inflación, los aumentos de tarifas y las protestas sociales, apareció la decisión del Gobierno nacional de habilitar el debate por el aborto en la Argentina.

Llegó, también es justo reconocerlo, después de una masiva movilización frente al Congreso de la Nación que tuvo la virtud de unir transversalmente a fuerza políticas generalmente antagónicas.

A poco desconocida la noticia, advirtió la Iglesia que requería un debate serio y profundo sobre el tema. Aquel llamado, si se quiere moderado, tuvo su correlato ayer por la mañana con los dichos del arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer quien, entre otras cuestiones, calificó a la gestión de Mauricio Macri como la de “un gobierno sin principios”.

Los dichos de Aguer, habitual sostenedor de las posturas más extremas de la Iglesia, sacan directamente al debate por el aborto del ámbito social, para llevarlo al de la confrontación política. Habrá que ver con que resultados.

El prelado, a punto de llegar a la edad requerida por la Iglesia para su retiro, no guardaría una amena relación con el papa Francisco, según sostienen en sordina los conocedores de las intrigas palaciegas de la Iglesia. Las diferencias entre ambos no serían novedosas.

No se ha conocido, hasta el momento, declaración alguna de Francisco acerca del espinoso y reclamado debate sobre el aborto. Se da por descontado, a estar de la histórica postura de Francisco, una férrea oposición a cualquier norma que habilite la interrupción de un embarazo.

¿Fue la de ayer, puesta en boca de Aguer, la voz cantante que bajará desde Roma? Sólo el tiempo tendrá la respuesta.

Hace un año apenas alguna mención sobre un protocolo abortivo en la provincia de Buenos Aires, eyectó a una ministra de su sillón.

El gobierno de María Eugenia Vidal entendió -aunque nunca lo reconoció oficialmente- que la sola mención del tema, había llegado a destiempo en una época en la que el Gobierno nacional intentaba recomponer relaciones con Francisco. ¿Qué fue lo que cambió de ayer a hoy?

La política (los políticos) luchan por estas horas por alcanzar los votos necesarios para habilitar, o impedir el debate.

En el mientras tanto, habrá que prepararse para oír e intentar asimilar todo tipo de argumentos. Ojalá triunfe la cordura.

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