“El descenso de San Carlos me causó una tristeza muy grande, por lo que significa”
Edición Impresa | 22 de Mayo de 2018 | 03:38

Leandro Duba
lduba@eldia.com
Todavía perdura el triste descenso de Villa San Carlos. Muchos aún no pueden digerir semejante “mazazo” futbolístico. Volver a la Primera C no estaba en los planes de nadie, pero se venía venir por las pésimas campañas de los últimos años.
Rodrigo Salinas, que supo vestir con orgullo la camiseta Celeste, tiene la palabra autorizada para opinar sobre la pérdida de la categoría del club que lo llevó a ser alguien en el ambiente futbolístico.
El actual delantero de Vélez, quien supo formar parte de aquel equipo que logró ascender de la Primera C a la B Metropolitana, en 2009, habló con este diario y dejó sus sensaciones sobre el golpe que significó bajar de categoría.
“DUELE MUCHO PERDER ESA PLAZA”
“El descenso de la Villa me generó mucha tristeza. Nos habíamos acostumbrado a ver al equipo en divisiones superiores, enfrentando a rivales importantes. Duele mucho perder esa plaza, sobretodo por lo que costó llegar a eso. Pero bueno, siempre, esté en la categoría que esté, ahí estaremos apoyando”, explicó Rodrigo Salinas.
Consultado sobre si “hay culpables” en este cimbronazo futbolístico, el atacante dijo que “no es momento de buscar culpables. Creo que al club se le debe acercar gente que sea del riñón, y no de afuera. Llegamos a una categoría como la B Metropolitana en 2009 siendo una familia. Tenemos que volver a eso, a nuestras raíces. A partir de ahí, empezar a trabajar por un Villa San Carlos mejor”.
Rodrigo Salinas, que tuvo una temporada interesante en Vélez (venía de conseguir el ascenso con Chacarita, de la mano de Walter Coyette), reconoció que al Celeste “lo sigue de cerca”.
“Sigo siempre la campaña del equipo y cuando puedo lo voy a ver. Lógicamente que se vive con intensidad desde el sentimiento. Es un dolor grande pero si pasó es por algo. Entonces hay que ver qué cosas se deben mejorar para recuperar ese prestigio que supimos tener en su momento”.
Y agregó: “la institución, a mi entender, está en un momento en la que tiene que nutrirse de gente del club, de ex jugadores. De gente que haya vivido el fútbol desde dentro de nuestro club. Hay gente capaz que puede ayudar mucho. Y trabajar, más que nunca. Ojalá se pueda conseguir un lugar para los juveniles y que los padres puedan llevar a sus hijos al club de su ciudad. Hay que alimentarse nuevamente, como en otros tiempos, de chicos de Berisso, como me tocó a mí, al Pájaro o a Fede (por Slezack). Hay mucho por hacer. Es solo una humilde opinión, pero me parece que con poco se llegó a mucho. Se puede volver a soñar”.
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