Tras el chaparrón de madrugada que causó trastornos en la Región, ahora se viene el frío
Edición Impresa | 31 de Mayo de 2018 | 02:09

Como no podía ser de otra manera, mayo se despide con lluvias. Uno de los meses con más abultada cantidad de precipitaciones de los últimos tiempos, sucesor de un abril igualmente inestable, dice adiós entre la irrupción de una ola de frío intenso y las secuelas que dejó la tormenta de ayer, durante la que en algunos barrios se contabilizaron más de 50 milímetros.
Los chaparrones que se sucedieron desde el inicio de la madrugada pusieron en jaque amplios sectores de la periferia que todavía cuentan con calles de tierra; se escucharon quejas en Los Hornos, Villa Elvira, Parque Sicardi y San Carlos, entre otras localidades.
En la zona del Bosque, estudiantes de la Facultad de Informática advirtieron que “asistir a clases, a la mañana, fue un calvario, por la cantidad de agua y los charcos que quedaron en las calles. Algunos prefirieron volverse a la casa antes que mojarse y pasar frío”.
Según precisaron los alumnos de la unidad académica de 50 y 120, atravesar ese tramo manteniendo la compostura fue misión imposible para los peatones, y no resultó sencillo tampoco para los vehículos porque los conductores no querían toparse con “sorpresas” bajo el enorme espejo de agua.
De acuerdo con los informes compilados por la Comuna, que inició la jornada con alerta de riesgo en nivel amarillo, el agua acumulada en el tercio noreste del casco histórico alcanzó los 52 milímetros.
En Villa Elvira, resultaron particularmente damnificados los vecinos del barrio con epicentro en 600 y 116, donde algunos tramos de calzada se anegaron rápidamente dificultando toda clase de maniobra vehicular.
Tanto en los barrios Los Koquitos, La Emilia y La Esperanza, ubicados en las inmediaciones de los complejos carcelarios de Melchor Romero, como en el sector más nuevo de Villa Castells, y en Altos de San Lorenzo, hacia la avenida 90, la sucesión de días de humedad y lluvias dejó una vez más a miles de familias de escasos recursos andando entre lodazales.
De todos modos, los pluviómetros oficiales establecieron que, a diferencia de lo que sucedió con la brutal tormenta de hace dos semanas, el casco fundacional fue la zona en la que más llovió, con un acumulado que rozó los 53 milímetros.
De acuerdo con la dirección de Hidrometeorología de la Municipalidad, siguieron en cantidad de agua caída Villa Elvira, con 51,1 milímetros; Gonnet, City Bell y Villa Elisa, con 43,7; Melchor Romero, con 29,8; Los Hornos, con 24,5; y Tolosa y Ringuelet, con 18,6 milímetros.
El mes que hoy se termina tuvo como particularidad que a poco de iniciado se pulverizaron las marcas promedio de precipitaciones estimadas, que son de 79.3 milímetros.
Después del granizo que cerró abril, mayo abrió con 60 milímetros de agua en el casco platense y más de cien en el norte del partido.
Una semana después, el clima no había mejorado; el 8, los registros variaron entre casi 40 milímetros de precipitaciones en Villa Elvira y 10 en Gonnet, pasando por una treintena en Romero y la mitad en Los Hornos.
Y entonces llegó el golpe más duro: entre la tarde del jueves 10 y las últimas horas del viernes 11, llovieron en Villa Elvira 203 milímetros, con la mayor parte concentrada en apenas doce horas. En el Casco cayeron 122 mm.; en Villa Elisa 98 mm., en Romero 82 mm., en Gonnet 38 mm. y en Los Hornos 49 mm.
MEJORAS PARCIALES
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la inestabilidad en el clima seguirá -es probable que hoy llueva por la noche-, mechada con mejoramientos esporádicos, hasta el domingo. Mientras tanto, las temperaturas entrarán en un tobogán: las máximas de hoy y los días sucesivos serán de 14, 12, 12 y 13, y las mínimas de 10, 7, 6 y 7. Para la semana que viene se prevén mínimas aún más bajas, que en zonas suburbanas podrían rondar los dos grados.
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