Tensión en Villa Castells en una reunión por los reclamos vecinales
Edición Impresa | 12 de Junio de 2018 | 01:41

Calles destrozadas más allá de toda noción de transitabilidad, obras hidráulicas pendientes, calidad del agua potable cuanto menos incierta e insuficiencia en el alumbrado público y las cloacas son problemas que en ViIla Castells se padecen y enfrentan a diario los vecinos que reclamaron que se declare en emergencia al barrio. Movilizado por la necesidad de cambiar esa historia de al menos una década, un grupo de vecinos se reunió ayer con el delegado municipal para exigir mejoras urgentes en la localidad situada al norte de la estación ferroviaria de Manuel B. Gonnet.
A lo largo del encuentro, que se desarrolló en un clima de diálogo pero sin demasiadas sonrisas, unos cincuenta residentes en la zona comprendida entre 484, 502, la Autopista -que corre a la altura de 1- y el camino parque Centenario -13- se dieron cita en el centro comunal de Castells situado en 10 y 491. Allí expusieron ante el administrador municipal David Bavestrello y representantes del área de Obras Públicas local una larga lista de reclamos, con particular hincapié en la cuestión hidráulica y el estado de los pavimentos.
Los vecinos pusieron de manifiesto que “es la tercera reunión que tenemos y todavía no existe un proyecto hidráulico concreto para la localidad”. Actualmente, la virtual totalidad de los desagües pluviales de la zona corre por zanjas a cielo abierto, cuyo mantenimiento es discontinuo, y ante lluvias intensas son numerosas las cuadras con anegamientos; además, en puntos como 8 y 498, las casas quedaron por debajo del abovedado de las calzadas lo que las convierte en especialmente vulnerables.
“Sabemos que existe un estudio en marcha, financiado con fondos de la Provincia, que propone crear cuatro aliviadores pluviales debajo de cuatro calles” precisó Mabel, una de las vecinas presentes: “pero no es más que una idea, porque aún no hay obras licitadas ni existe proyecto ejecutivo alguno”.
“La situación es compleja, porque nunca se hicieron más obras que un zanjón paralelo a calle 2 que lleva toda el agua al canal del arroyo Rodríguez” explicó Ignacio Regueiro, de 3 y 498: “cuando hay sudestada, el agua en vez de salir entra, y si nos envían más desde otros sectores nos vamos a inundar peor todavía. La solución nos tiene que contemplar a todos”.
Otro de los cuestionamientos estuvo relacionado con el destino de fondos presuntamente librados para mejorar la infraestructura hidráulica. “Nos dijeron que se gastaron cinco millones de pesos en los últimos años y la verdad no sabemos dónde” exclamó una vecina.
Contrastando con un crecimiento vertiginoso que ya llegó casi al pie de los terraplenes de la autopista Balbín, el déficit en materia de planeamiento de Villa Castells se hace cada vez más difícil de remontar, y el menú de reclamos vecinales se amplía semana tras semana. El estado de las calles, angostas, sin espacio para estacionar y muchas, todavía, de doble mano es en general desastroso (los casos de 10 entre 491 y 498, 491 entre 9 y 10, 6 y 493, 4 y 491, 6 y 496, 499 entre 4 y 5, 490 entre 4 y 5, 6 y 491, 5 entre 490 y 491 entre otros): algunos tramos están tal mal que los ramales del autotransporte que los sirven cambiaron sus recorridos; paradójicamente, o no tanto, estas variaciones aceleran el deterioro de esos circuitos alternativos, y por lo tanto del conjunto.
Los ejemplos de percances sobran: días atrás, un patrullero quedó encajado en 4 y 499; y una columna de alumbrado de 502 entre 6 y 7 se prendió fuego por el recalentamiento del cableado. La semana pasada, una comisión vecinal se abocó a señalar con carteles los puntos más problemáticos. Desde el Municipio, en tanto, destacan que están en marcha tareas de repavimentación y bacheo.
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