Una práctica con varios antecedentes en EE UU

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La separación familiar de inmigrantes lleva años ocurriendo en EE UU, pero era aplicada a discreción de los agentes de la patrulla fronteriza hasta el 5 de mayo, cuando el presidente Donald Trump implementó una política de “tolerancia cero”. Desde entonces, más de 2.300 niños han sido separados de sus padres. A lo largo de su historia, las autoridades estadounidenses han dividido familias, han detenido a menores de edad o han permitido a otros hacerlo.

En tiempos de guerra o turbulencia social, el gobierno de turno ha esgrimido sus propios pretextos para separar a niños de sus padres.

Por caso, en la época de la esclavitud en EE UU, los hijos de los esclavos eran esclavos también y sus amos podían venderlos sin escrúpulos. No había nada que la madre pudiera hacer al respecto, y usualmente las mujeres nunca volvían ver a sus hijos.

Los dueños podían también separar a parejas y vender a una de las dos personas. Como forma de resistencia, muchas veces las familias esclavas huían juntas, pero si eran capturadas enfrentaban brutales castigos e incluso la muerte.

Otro ejemplo es el de las escuelas para pueblos originarios. Tras la Masacre de Wounded Knee en 1890, en que el ejército norteamericano mató a 150 hombres, mujeres y niños indígenas, las autoridades obligaron a la población autóctona a enviar a sus hijos a escuelas del gobierno o eclesiásticas. Lo que se buscaba, como dijo entonces el fundador de una de esas escuelas, Richard H. Pratt, era “matar al indio que tienen adentro y salvar al ser humano”.

En esas instituciones, los indígenas eran obligados a cortarse el cabello y se les prohibía hablar en su idioma. Se les convertía al cristianismo a la fuerza y se los adoctrinaba con las costumbres e historia de la población blanca.

En tanto, a comienzos del siglo XX, las autoridades estatales solían quitarle los hijos a las familias pobres para enviarlos a orfanatos. Y durante la Gran Depresión, las autoridades de California y Texas participaron en una deportación masiva de inmigrantes mexicanos y de mexicano-estadounidenses a quienes culpaban por la crisis económica. Entre 500.000 y un millón de personas fueron expulsadas del país en la década de 1930 durante “La repatriación”, como se le suele llamar a ese capítulo. (AP)

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