Lula seguirá en prisión tras una guerra de medidas judiciales por su liberación
Edición Impresa | 9 de Julio de 2018 | 03:03

Río de Janeiro
El ex presidente Lula da Silva deberá permanecer preso, cumpliendo su pena de 12 años y un mes por corrupción, determinó ayer el titular de un tribunal de apelaciones de Brasil después de la confusión generada por las órdenes y contraórdenes para la liberación del ex mandatario.
“Determino el retorno de los autos al gabinete del juez João Pedro Gebran Neto, así como la manutención de la decisión proferida por él” de que Lula siga en la cárcel, señaló en un despacho Carlos Eduardo Thompson Flores, el presidente del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Brasil (TRF-4, con sede en Porto Alegre), el fuero que ratificó la condena en primera instancia de Lula en enero.
El juez de guardia de esa corte de apelaciones Rogério Favreto tomó a todos por sorpresa al ordenar en la mañana la liberación de Lula aceptando un pedido de hábeas corpus del Partido de los Trabajadores (PT).
Poco después, el juez relator del caso João Pedro Gebran Neto anuló la medida, asegurando que el juez de guardia debía respetar la decisión colegiada que tomó el tribunal en enero, después de que el juez de primera instancia Sergio Moro le pidiera oficialmente que revocara su orden de liberar a Lula.
Sin embargo, Favreto volvió a contraatacar y emitió una nueva orden para que Lula fuera liberado de forma inmediata la noche de ayer. La materia del hábeas corpus no debe tener un “análisis en régimen de guardia judicial”, manifestó Thompson Flores en esta última decisión de dejar a Lula en prisión.
En medio de este embrollo judicial, la propia presidenta del Supremo Tribunal Federal, Carmen Lúcia, emitió en la tarde de ayer un comunicado en el que remarcó que la justicia es “impersonal” y dijo que “los órganos judiciales competentes en cada región deben actuar para garantizar que la respuesta judicial sea ofrecida con rapidez y sin quebrar la jerarquía, con rigor absoluto al cumplimiento de las normas vigentes”.
BROMAS POR LA SITUACIÓN
Mientras se desarrollaba toda esta confusión judicial, las bromas no se hicieron esperar.
“Después de ser suelto, preso, suelto y preso de nuevo en tres horas, la Policía Federal instala una puerta giratoria en la celda de Lula”, ironizaba el portal humorístico Sensacionalista.
Entretanto, los mensajes de júbilo de figuras destacadas del PT en la mañana pasaron a ser de descalificación de los jueces “de vacaciones” una vez suspendida la orden, de exigencia del cumplimiento de la liberación y nuevamente de crítica.
“Y ahí, Policía Federal?! Vas a cumplir el mandato o vas a continuar haciendo enredo, coludida con ese escarnio judicial? ¿Con ese ataque a la democracia y al estado democrático de derecho?! Tienen menos de una hora”, proclamó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, en Twitter, antes del fallo definitorio.
Lula fue condenado como beneficiario de un departamento en el litoral paulista ofrecido por la constructora OAS, a cambio de mediaciones para obtener contratos en Petrobras.
La defensa de Lula había multiplicado los recursos en el STF para reclamar su liberación, sin éxito.
El ex presidente, imputado en otros seis casos, niega que ese departamento sea suyo y considera su condena parte de un complot de las élites para evitar que pueda volver al poder.
Aunque fuera liberado, la candidatura de Lula debería ser invalidada por el tribunal electoral al estar condenado en segunda instancia, según la ley brasileña.
Figura icónica de la lucha anticorrupción en Brasil, Sergio Moro ha tenido varios reveses en las últimas semanas con la liberación el pasado 26 de junio de José Dirceu, el que fue el hombre fuerte del gobierno de Lula, por orden del Supremo Tribunal Federal (STF) y la absolución reciente por la misma corte de Gleisi Hoffmann, también acusada de corrupción.
Los abogados del ex presidente, de 72 años, consideran que Lula debe seguir en libertad hasta que se agoten todos los recursos, pero el STF decidió en abril aplicar una jurisprudencia que estipula que todo condenado en segunda instancia debe ser encarcelado aunque le queden instancias de apelación.
LA CARRERA ELECTORAL
En este marco, una encuesta reciente indicó que Lula sigue siendo el candidato de un tercio de los brasileños y en su ausencia sólo el ultraderechista Jair Bolsonaro y la ex ministra ecologista Marina Silva superan el 10% de intenciones de voto para las elecciones de octubre.
Lula tiene 33% de intenciones de voto, según la encuesta realizada por el instituto Ibope para la Confederación Nacional de Industrias (CNI).
Le siguen el diputado y ex capitán del Ejército Bolsonaro con 15%, Marina Silva con 7% y el centroizquierdista Ciro Gomes junto al ex gobernador centroderechista de San Pablo Geraldo Alckmin, con 4%. En ausencia del fundador del PT, cuya candidatura debería ser impugnada por la justicia electoral, Bolsonaro obtiene 17%, Silva sube a 13%, Ciro Gomes a 8% y Alckmin a 6%.
El voto de Lula parece por el momento poco transferible dado que el dirigente del PT Fernando Haddad, ex alcalde de San Pablo, presentido como un posible candidato de sustitución, obtendría apenas 2% de los votos.
El número de votos en blanco o nulos se dispararía en cambio de 22% con Lula a 33% sin él, indica el estudio, que tiene un margen de error de dos puntos porcentuales. (AFP, EFE y AP)
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE