Alejandro Gardinetti: el artista vuelve a sus pagos para renovar el romance con los platenses

El humorista trae a la Ciudad “El show de los 350 chistes”, en el que promete ingresar en una “cápsula de risa”

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Por LUCÍA ZAPATA

lzapata@eldia.com

Alejandro Gardinetti le hace un “ole” a la Ley de Murphy y evita lo que enuncia el refrán bíblico de que “nadie es profeta en su tierra”. El humorista platense se siente como pez en el agua cada vez que se presenta en su ciudad, por eso preparó una función doble para este fin de semana.

“El show de los 350 chistes” subirá a escena mañana y el sábado a las 21 en el Teatro La Nonna (47 esquina 3) y en la previa, Gardinetti charló con EL DIA sobre la génesis de este unipersonal.

Gracias a su participación en “La Peña de Morfi”, el ciclo que conduce Gerardo Rozín los domingos por la pantalla de Telefé, Alejandro fue bautizado como “el rey del chiste corto”. En uno de los envíos, alcanzó su récord actual de contar en vivo 37 chistes en un lapso de 2 minutos y 54 segundos. “Un día me dije: ‘¿por qué no hacer un espectáculo con esto?’ y empecé a recopilar chistes cortitos”. Esa pregunta fue el disparador que le sirvió para crear esta pieza, de la cual añadió un dato clave: “yo llamo chistes cortitos a los se pueden escribir entre 1, 2 , 3 y 4 renglones”.

Tras el acopio de material, llegó el orden y posterior armado del espectáculo que “realmente tiene esa cantidad de chistes”, confirmó el humorista, que tocará “todas las variables: chicos, gallegos, borrachos, matrimonio. Son todos clásicos, pero cortitos”.

“El teatro tiene la respuesta del público ahí, te das cuenta al toque qué está funcionando y qué no”

Alejandro Gardinetti
Humorista

 

No practica ningún ejercicio para agilizar la mente y poder recordar semejante cantidad de chistes: “sólo trato de ensayarlos, hay algo de naturalidad, me parece que tuve la suerte que Dios me dio memoria”, es la explicación que brindó, antes de agregar una anécdota para corroborar lo dicho: “yo me acuerdo la patente de todos los coches que tuve, no porque que sea algo que yo quiera, simplemente me las acuerdo y es porque indudablemente tengo una memoria prodigiosa”. Lo de Gardinetti es innato: “No hago una pulseada conmigo mismo ni un esfuerzo para acordarme. KMS 155”, cerró el tema con la placa de su primer auto, a modo de broma.

PRESTAR ATENCIÓN

“Sí, cambió completamente y estoy de acuerdo con el cambio” es la respuesta que brindó el artista cuando fue consultado sobre la manera en que los humoristas abordan ciertos temas a la hora de enfrentar al público, considerando los cambios socioculturales que atravesamos como sociedad. “Yo soy un humorista que por ahí escuchaba algo, me causaba gracia y lo contaba, pero nunca intenté bajar línea a través de un chiste, pero quizás sin querer uno lo puede hacer. Está bueno que nos hayan advertido y creo que todo cambió, pero para mejor”.

Alejandro toma ciertos “recaudos”, por ejemplo, cuando va a la televisión: “Como tengo mil chistes en la cabezo, prefiero ir bien preparado y contar estos 15 que pensé. ‘No me voy a mover de acá’, digo, porque quizás uno larga el primero que se le ocurre y eso hace que justo hieras a alguien, sin querer, por supuesto. La tele en vivo es muy rápida, tiene bemoles y es preferible no moverse de lo planeado”.

-Además de tu trabajo en la televisión, también hacés radio y teatro. ¿Cuál es el atractivo de cada uno de ellos?

-Lo que tiene la tele es la masividad. Vos estás saliendo al aire en Catamarca, La Rioja, Tucumán y en varios lados al mismo tiempo. Entrás al hogar de la gente y quizás 10 minutos de televisión equivalen a 6 meses de radio. La radio tiene de lindo lo mágico, porque trabajás más cómodo, tomando mate, no estás pendiente de la cámara, si estás peinado o bien vestido Y la radio y la tele, en lo que se parecen es que no tienen la inmediatez del show. El teatro sí lo tiene, tiene la intimidad que no tiene ni la tele ni la radio, y tiene la respuesta del público ahí, te das cuenta al toque que está funcionando y que no, cada uno tiene sus pro y sus contra.

SU TIERRA

Alejandro Gardinetti habló del significado que tiene para él actuar en sus pagos: “Me encanta, se dice que ‘nadie es profeta en su tierra’ y en mi caso no corre. Siempre me han tratado con mucho cariño. Cuando gané el Martín Fierro (a “mejor labor humorística de Radio”, en el año 2012), al otro día todos me saludaban, me felicitaban y cuando entré a un restaurante me aplaudieron. La ciudad me trata bárbaro cada vez que voy”.

En cuanto a su vínculo con las redes sociales en esta era tecnológica, detalló que maneja Facebook, Instagram y su página web (“que quizás quedó atrasada, no la mía, sino el formato en sí”). “El número uno es el Instagram, aunque en todos trato de mostrarme, pero ahí subo videos constantemente, tengo muchos comentarios y me gusta y lo hago como un servicio”. El humorista postea videos de un minuto de duración destinados a “alguien está triste, deprimido o aburrido y dice ‘voy a ver a este tipo’”. Ese material, aunque no cree que sea la palabra “exacta”, es un “servicio” para sacarle una sonrisa al que está del otro lado de la pantalla, que “siempre lo agradece”.

La invitación de Gardinetti para sus coterráneos es la siguiente: “Vengan este viernes y sábado a reírse, a olvidarse de los problemas, que si bien yo no los puedo solucionar, sí puedo hacérselos olvidar un ratito”. Prometió ingresar “en una cápsula de risa” durante una hora y media y destacó, “humildemente”, la “entrega” sobre las tablas: “Estoy solito arriba del escenario y siempre trato de dar lo mejor de mí”.

 

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