Zulma Cristina Santucci

Con el fallecimiento de la doctora Zulma Cristina Santucci la Endocrinología Pediátrica platense pierde a una de sus figuras pioneras de mayor prestigio. Profesional de excepción, conjugó su calidad humana con un alto nivel de exigencia, y supo hilvanar una fecunda trayectoria médica y docente que logró reconocimiento nacional y latinoamericano por sus aportes al desarrollo de la práctica endocrinológica orientada a la infancia.

Nacida en Chivilcoy el 16 de marzo de 1947, como única descendiente del matrimonio de Abelardo Santucci y Ana Caivano, se trasladó tempranamente con su familia a la ciudad de Chacabuco, en la que cursó estudios primarios y secundarios.

En 1972, tras graduarse en la facultad de Medicina de la UNLP, prosiguió su formación como residente en el Hospital de Niños local, institución a la que dedicó la totalidad de su vida profesional en el ámbito público. Incansable a la hora de perseguir la excelencia profesional, nunca dejó de formarse, y completó numerosas especializaciones, en particular en el ámbito de la Endocrinología, del que fue una referente.

Firme defensora de la salud pública, contribuyó, con invalorables aportes, a su desarrollo. Entre sus múltiples contribuciones, ideó y promovió la implementación del primer Programa de Provisión de Hormona de Crecimiento del Ministerio de Salud de la Provincia, proyecto de vanguardia en su tipo en toda Latinoamérica y que coordinó desde 1984 hasta 2014.

También participó en la instrumentación y puesta en marcha del Programa Provincial de Detección y Tratamiento del Hipotiroidismo Congénito y la Fenilcetonuria, de cuya Comisión Coordinadora participó entre 1994 y 2012. Desde su puesta en marcha este proyecto ha logrado evitar que más de dos mil niños bonaerenses padezcan deficiencia mental en diferentes grados de intensidad.

En su labor profesional supo combinar la minuciosidad en sus métodos de trabajo con una natural disposición a la contención humana y emocional, tanto de sus pacientes como de sus colaboradores. Escribió artículos especializados, participó en investigaciones presentadas en congresos internacionales y dedicó ingentes esfuerzos a la actividad docente en temas de su especialidad. Fue, a su vez, una activa integrante de asociaciones médicas.

En 1991 contrajo matrimonio con el psicólogo Fernando Daniel Tujague, compartiendo la crianza y educación de dos hijos, María Paula y Fernando Iván. En los años más recientes de su vida, dedicaba gran parte de su tiempo al vínculo con su único nieto, Milo, descendiente de la pareja de su hija con su hijo político, Ricardo Melzew.