El Trece se viste de época: se juega todo a “Argentina, tierra de amor y venganza”
Edición Impresa | 11 de Marzo de 2019 | 04:31

Se terminaron las vacaciones y El Trece pondrá desde esta noche, a las 22, toda la carne en el asador con el estreno de su novela de época “Argentina, “tierra de amor y venganza”, con la que buscará destronar a Telefé del podio del rating.
Protagonizada por Benjamín Vicuña, Gonzalo Heredia y María Eugenia “China” Suárez, “ATAV” narra una historia de amor situada en la década del ‘30, que tendrá como una de las historias centrales el retrato de las redes de trata de mujeres europeas que eran esclavizadas para usar en prostíbulos porteños y rosarinos.
Con libros de la dupla Leandro Calderone-Carolina Aguirre, la superproducción de Pol-ka para El Trece incluye además las actuaciones de Albert Baró, Delfina Chaves, Fernán Mirás, Andrea Frigerio, Virginia Innocenti, Mercedes Funes y Julia Calvo.
La historia comienza en la Guerra Civil Española donde se conocen, luchando en el bando republicano, Bruno Salvat, encarnado por el catalán Albert Baró, y Torcuato Ferreyra, protagonizado por Benjamín Vicuña.
Ambos se hacen amigos hasta que Torcuato comete una terrible traición y se apodera de la vida de su amigo, de su fortuna, llevando adelante una doble vida en donde mezcla negocios respetables con el manejo de prostíbulos y una red de trata.
Así llega a la Argentina la joven polaca Raquel Zimmermann, a la que le dará vida Suárez, que es vendida a una red de trata que maneja el “cafishio” Samuel Trautman (Fernán Mirás), al que se enfrentará Aldo Moretti (Gonzalo Heredia), quien se enamorará de la inmigrante de Europa del Este y protagonizarán la historia central.
“Al melodrama le agregamos elementos de esa época que dialogan con situaciones de la realidad de hoy, en el siglo XXI como las redes de trata, la lucha de los inmigrantes, las diferencias entre pobres y ricos”, aseguraron los guionistas Carolina Aguirre y Leandro Calderone.
“El tema de época que elegimos es el fraude electoral y ese tema está muy fuerte en la tira, es lo que se llamaba paradójicamente y con mucho cinismo el ‘fraude patriótico’, como necesidad y decían ‘no podemos permitir que ganen estos salvajes’ por el partido popular de esa época que era la UCR y estaba proscrita o le hacían fraude en los comicios para impedirle gobernar”, explicó Calderone.
Para tomar distancia del 2019 electoral, Aguirre indicó que “la historia siempre fue en el pasado, siempre ocurrió en el pasado, y que muchas de las cosas que pasan en la historia tengan diálogo con la actualidad es parte de la búsqueda que llevamos adelante”.
“La mitad de los personajes de la novela son mafiosos o están vinculados con la mafia, son violentos, se parece más al cine negro de los 40, una época de oro del cine argentino. Nos parecen geniales los filmes de directores como Leopoldo y Carlos Torres Ríos y Daniel Tinayre”, relató Aguirre.
En ese marco se inscribe la historia sobre la trata que está inspirada en la Zwi Migdal, una red de trata de personas que operó entre 1906 y 1930 con sede en la ciudad de Buenos Aires. Estaba conformada por delincuentes de origen judío, que se especializaban en la prostitución forzada de mujeres judías.
El personaje de la China Suárez es Raquel Zimmerman inspirada en Raquel Liberman, una de las miles de inmigrantes polacas sometidas en los prostíbulos, que escapó y denunció a la Zwi Migdal ante la justicia y así logró la caída de ese grupo mafioso.
Liberman era natural de Łódź y había llegado a la Argentina en 1918 con dos bebés y permaneció en esta condición de esclavitud durante 11 años. La Justicia procesó a 108 miembros de la Zwi Migdal y a lo largo de la investigación se descubrió la complicidad de la red con la Policía Federal.
“Es muy interesante porque la comunidad judía rechazó a los ‘cafishios’ judíos, los repudiaron y los escracharon, no les permitían entrar los templos, no los dejaban participar de las festividades. En esa época en la Argentina había ‘fiolos’ de todos los orígenes, pero la comunidad judía fue la única que denunció a los suyos y los escrachó”, detalló Aguirre.
En ese marco, el personaje de Fernán Mirás, Samuel Trauman toma el apellido de Noé Trauman, uno de los grandes jefes de la Zwi Migdal e inspirador de Haffner, el Rufián melancólico, uno de los personajes de “Los siete locos”, la novela de Roberto Arlt.
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