Arce asumió en Bolivia con un discurso conciliador en el que no mencionó a Evo Morales
Edición Impresa | 9 de Noviembre de 2020 | 02:17

La Paz
Luis Arce Catacora asumió ayer como presidente constitucional de Bolivia al prestar juramento ante la Asamblea Legislativa Plurinacional con un discurso de tono conciliador y sin aludir a su mentor político, el exmandatario Evo Morales.
“Iniciamos una nueva etapa en nuestra historia y queremos hacerlo con un Gobierno que sea para todos y todas sin discriminación de ninguna naturaleza. Nuestro Gobierno buscará reconstruir nuestra patria en unidad para vivir en paz”, remarcó.
“Gobernaremos con responsabilidad e inclusión afrontando los cambios para que Bolivia vuelva a la senda de la estabilidad en el menor tiempo. Venceremos a la pandemia y triunfaremos sobre la crisis porque somos un pueblo luchador”, afirmó en su mensaje ante el Parlamento, de unos 30 minutos.
Arce evitó referirse a su padrino político y jefe de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, quien tiene previsto retornar hoy a Bolivia desde su exilio en la Argentina, al cumplirse un año de su salida del poder.
Vestido con traje azul y camisa clara, sin corbata, Arce puso su mano derecha sobre el corazón para jurar “por los próceres de la independencia, por nuestra Madre Tierra, por los dioses de nuestros ancestros, por nuestras hermanas y hermanos que dieron la vida por la democracia y por la igualdad entre todos los seres, desempeñar las altas funciones como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en estricto cumplimiento de la Constitución Política del Estado y las leyes del Estado Plurinacional de Bolivia”.
El “sí, juro” con que respondió a la extensa fórmula desató un ola de aplausos y gritos de “jallalla” (viva en idioma aimara), mientras el vicepresidente David Choquehuanca, quien asumió minutos antes y condujo la Asamblea Legislativa, completaba el juramento.
“Si así lo hace, que nuestros próceres de la liberación, que nuestros héroes contra el Estado colonial y el pueblo boliviano lo premie, caso contrario lo castigue. Queda, hermano, usted posesionado como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia”, completó Choquehuanca entre los aplausos de todo el recinto.
En los balcones estaban el rey de España, Felipe VI, junto al vicepresidente de su país, Pablo Iglesias; y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Colombia, Iván Duque, entre otros.
El flamante mandatario se mostró muy emocionado en algunos momentos de su discurso, cuando se le quebró la voz. La televisión mostró las lágrimas que corrían por su rostro.
Pese al discurso conciliador, criticó brevemente a la expresidenta de facto, la derechista Jeanine Añez, a quien responsabilizó de haber promovido la persecución política y provocado la crisis económica tras una deficiente gestión de la pandemia.
“Vamos a recuperar los niveles de crecimiento que el Gobierno de facto hizo añicos y lo haremos reduciendo la pobreza y las desigualdades económico y sociales”, remarcó tras sostener que repondrá el modelo económico implantado durante los 14 años de Gobierno de Evo Morales (2006-2019), el cual en casi 12 años fue ministro de Economía.
En primer término, Choquehuanca -indígena, al igual que Morales- hizo un emotivo discurso en el que tampoco mencionó al lider cocalero. que renunció luego de que una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció fraude electoral.
Morales felicitó desde la Argentina a su delfín: “Junto al pueblo, cuidaremos al gobierno, a nuestro proceso de cambio, trabajaremos por la unidad y saldremos de la crisis económica por el bien de próximas generaciones”, escribió en su cuenta de Twitter.
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