Sobrepeso y obesidad golpean a más del 40% de los chicos
Edición Impresa | 15 de Diciembre de 2020 | 01:49

Las cifras resultan concluyentes. Según la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS), el exceso de peso en menores de 5 años tiene una prevalencia del 13,6%, mientras que en el grupo de entre 5 a 17 años, la cifra alcanza al 41,1% de esta población. Y para quienes siguen con atención estos índices, se trata de un problema muy grave.
Así lo entiende, por ejemplo, la investigadora del área de políticas de alimentación saludable de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC Argentina), Leila Guarnieri, quien asegura que “el problema más grave de malnutrición en los niños, niñas y adolescentes en nuestro país es el exceso de peso, donde incluimos al sobrepeso y a la obesidad”.
“Esto resulta verdaderamente preocupante -aseguró la nutricionista- si consideramos las consecuencias negativas que tiene el exceso de peso en la salud, ya que está relacionado con el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles, como, por ejemplo, la diabetes, que hoy estamos viendo que se presentan cada vez más a temprana edad, cuando antes eran consideradas enfermedades de adultos”.
Del mismo modo, Walter Martello, Defensor del Pueblo adjunto de la provincia de Buenos Aires y responsable del Observatorio de Derechos de Niños y Adolescentes, refirió que “más del 41 por ciento de los niños, niñas y adolescentes en la Argentina tienen problemas de sobrepeso u obesidad, y la pandemia empeoró la situación, por lo que urge en la salida de la pandemia, ante la vuelta al sistema presencial, aplicar la legislación vigente que impulsa hábitos saludables desde los entornos escolares, como así también avanzar en distintas herramientas para reducir la exposición a la promoción e influencia de bebidas y alimentos malsanos”.
En este sentido, la investigadora de FIC Argentina indicó que “sólo el 6% de la población cumple con la recomendación de consumir 5 porciones de frutas y verduras por día, y durante la pandemia se profundizó más esta problemática. Durante los primeros tiempos de la cuarentena, por ejemplo, una investigación del Conicet evaluó los cambios de hábitos alimentarios de la población, y demostró un aumento en el consumo de productos como golosinas, de gaseosas y de bebidas alcohólicas, mientras que se redujo aún más la ingesta de las frutas y las verduras”.
“Esto muestra una situación alarmante -añadió- y es el reflejo de un cambio en el patrón de consumo que se viene dando en los últimos tiempos, con un aumento de productos ultraprocesados, con elevados contenidos de nutrientes críticos como azúcares, grasas saturadas y sodio, en detrimento de alimentos recomendados como frutas y verduras. Y este patrón de consumo es peor entre los niñas, niños y adolescentes que en la población adulta”.
EDUCAR PARA COMER
Desde hace cinco años, en la provincia de Buenos Aires rige la Ley 14.556, que establece la estrategia integral de educación para la salud. Esta normativa resulta aplicable en el sistema educativo en todos sus ámbitos, niveles y modalidades, de gestión estatal y privada, Y entre otros aspectos, dispone que se deben incluir contenidos para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades en la currícula, con una secuencia lógica y progresiva, ajustada a los requerimientos, mediante una metodología que favorezca la participación de los alumnos y alumnas. A su vez, obliga a que los comercios, ubicados en los establecimientos educativos, garanticen el expendio de productos tendientes a promover una alimentación saludable.
Sin embargo, un estudio realizado entre pacientes niños y adolescentes, mostró que no se manifiestan cambios favorables respecto de la ingesta de vegetales ni frutas, y por el contrario los alimentos que más se ingieren son en su mayoría papas fritas, carnes rojas y bebidas azucaradas.
“El incremento de consumos de este tipo de alimentos y bebidas aumentó en un rango de 5 a 1” -señala Martello- por lo que creemos necesario fortalecer y mejorar lo establecido en la Ley y su norma reglamentaria, incorporando de manera expresa y pormenorizada a la currícula contenidos de Educación Alimentaria Nutricional (EAN), empezando desde la enseñanza inicial y básica y continuando en la enseñanza secundaria o su equivalente”.
“El sobrepeso y la obesidad -sostiene por su parte la doctora Juliana Mociulsky, especialista en obesidad y diabetes- son problemáticas que afectan al 61,1% de los argentinos, donde el 12,7% tiene diabetes, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo. A su vez, el período de aislamiento modificó algunas rutinas clave, como que por un lado aumentó la predisposición al consumo de alimentos tentadores pero de baja calidad nutricional y, por otro, disminuyó el movimiento cotidiano y aumentó el sedentarismo. Frente a esto, es menester poder establecer nuevos cuidados de la salud que no sólo nos protejan, sino que acompañen un camino de salud integral hacia una nueva normalidad”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE