Para la Iglesia, la ley profundiza “las divisiones”
Edición Impresa | 31 de Diciembre de 2020 | 04:00

“La Iglesia en la Argentina quiere ratificar que continuará trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y el servicio a la vida. Esta ley que ha sido votada ahondará aún más las divisiones en nuestro país. Lamentamos profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo”, reaccionó ayer la Conferencia Episcopal (CEA) en un comunicado.
La oposición a la interrupción voluntaria del embarazo, que adoptó el color celeste, tuvo como abanderadas a la Iglesia Católica y a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA), promotoras también de masivas marchas callejeras y misas al aire libre.
“Hoy la Argentina retrocedió siglos de civilización y respeto al derecho supremo de la vida”, aseveró ACIERA en un comunicado titulado “Es un día triste”.
Según una encuesta de 2019 sobre creencias religiosas realizada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el 62,9% de los argentinos se declara católico, el 18,9%, sin religión, y el 15,3%, evangélico.
También en los alrededores del Congreso, en el concurrido bando celeste, muchos esperaron de rodillas el resultado del debate parlamentario, recibido con enorme decepción.
Palabras de Francisco, enojo en el Vaticano
Unas palabras del papa Francisco pronunciadas poco después de la votación de la ley fueron interpretadas en Argentina como una muestra de su desaprobación, aunque no mencionó directamente la ley. “Vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida’’, dijo el pontífice en un mensaje escrito.
Desde el Vaticano, el cardenal Peter Turkson, responsable de la oficina de cambio climático, migración y desarrollo, se preguntó si “con el COVID aún diezmando a las poblaciones, ¿por qué deberían cerrarse cada vez más las puertas de entrada a la vida y el nacimiento con la promoción de abortos y políticas anti-vida?’’.
La nueva ley podría tensar la relación de Francisco con el presidente y la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, quien lo visitó en Roma en varias oportunidades durante su gestión. También genera dudas sobre la esperada visita del Papa a su tierra, Argentina, adonde no viajó desde que se convirtió en el jefe de la Iglesia católica en 2013.
“Preferimos atender mujeres con dignidad en el sistema de salud y brindar información sobe métodos anticonceptivos. No violentamos ninguna creencia religiosa, estamos en un estado laico y dictando leyes civiles’’, respondió, mientras, la secretaria legal y técnica Vilma Ibarra al ser consultada sobre la reacción de la Iglesia Católica.
Finalmente en el documento que lleva la firma de monseñor Oscar Ojea, los obispos destacaron que “la Iglesia en la Argentina quiere ratificar junto a hermanos y a hermanas de distintos credos, y también a muchos no creyentes, que continuará trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y el servicio a la vida”.
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