Usurpación en Los Hornos: pese a la presencia de Gendarmería, no cesa el avance en el predio de 76 y 143

La usurpación de terrenos en Los Hornos recobró intensidad en las últimas horas y volvió a poner en alerta a los vecinos del sector que reclamaban un mayor número de efectivos policiales para evitar que los usurpadores continuaran estableciéndose en el predio de 76 y 143.

A esto se sumó una serie de denuncias que señalaban que Gendarmería se había retirado del predio y que había permitido que más personas se comenzaran a instalar en el lugar. 

Pero según pudo averiguar este diario, efectivos de dicha fuerza continuaban esta tarde apostados en el lugar impidiendo la entrada de más sujetos. "No pueden hacer nada sin una orden judicial que ordene un desalojo" explicó una fuente policial a este diario. 

Según habían consignado más temprano quienes viven en cercanías del predio usurpado en 76 y 143 "desde el día de ayer se produjo una irrupción masiva de ocupantes que viene a darse tras la retirada de la Gendarmería".

"Esto cambió radicalmente ayer. Esto está fuera de control. La usurpación en este momento es un descontrol absoluto", insistieron desde ese sector de Los Hornos.

"La Gendarmería desapareció, no está más, estuvo hasta anoche. A qué obedece este abandono de la fuerza de seguridad, lo desconocemos por completo. La verdad es que estamos preocupados", habían afirmado.

En torno a la usurpación que ya lleva quince días voceros oficiales habían señalado la semana pasada que la Provincia y el Municipio avanzaban en una mesa de diálogo junto a representantes de la toma y vecinos.

El objetivo es poner a consideración un plan de urbanización en la zona, luego de que se conociera la predisposición de la Agencia de Bienes del Estado (ABES), dueña de las tierras, a ceder una parte del predio.

De avanzar la medida sería "con los terrenos liberados" como condición indispensable, según se informó. 

Desde que comenzó la usurpación los vecinos realizaron una sucesión de denuncias por robos, amenazas y amedrentamientos por parte de los usurpadores, en tanto que la Municipalidad denunció como particular damnificado que la ocupación ilegal de los terrenos trae aparejado no sólo malestar entre los vecinos sino también consecuencias para el medio ambiente y para la salud debido a las pésimas condiciones de habitabilidad del lugar.

Como es sabido esa denuncia decantó la semana pasada en un enorme operativo de desalojo que ordenó la Justicia y que llevaron a cabo las fuerzas de seguridad. Pero lo hecho en el despliegue duró un suspiro, ya que a las pocas horas el predio volvió a ser ocupado.

La zona de conflicto abarca unas 150 hectáreas que van de 76 a 90 y de 141 a 155.
 

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