VIDEO.- El virus, los cuidados sanitarios y el repentino cambio de hábitos de los platenses

El coronavirus está entre nosotros y la mejor forma para evitarlo es cumplir a rajatabla con la cuarentena obligatoria ordenada por el Gobierno. De por sí, el hecho de quedarse en casa, aislado, implicó un quiebre con la casi siempre ajetreada rutina, marcada por el ritmo laboral, el estudio y los trámites. Pero tarde o temprano hay que salir de casa, ya sea para comprar alimentos, ir a la farmacia o atender una urgencia médica, lo que a veces requiere desplazarse en medios de transporte como por ejemplo el micro.

Para estos casos en los  que es necesario salir del hogar, ya se observan cambios de hábitos verdaderamente rotundos. En almacenes y supermercados el público ya no va de un lado a otro de los pasillos chocando changuitos o canastos, porque con las precauciones que han tomado los comerciantes, los ingresos son ahora más bien limitados, de apenas unos pocos, y la gran mayoría debe aguardar su turno afuera, en la vereda.

Así, la postal que va dejando la calle es muy diferente a lo que ocurría hasta hace tres semanas. En esas esas filas que nacen en las puertas de los negocios y que pueden ser muy largas, la gran mayoría respeta la distancia de metro y medio sugerida por las autoridades sanitarias. Pero eso no es todo, ya que muchos locales cuentan en la entrada con improvisados lavatorios para que los clientes cumplan con uno de los mandatos básicos que impuso el virus debido a su fácil transmisión: lavarse las manos.

Este panorama puede verse en otros lugares, como en los cajeros automáticos o en la parada de los colectivos. Estos últimos, a su vez, lucen semi vacíos, ya que los pasajeros se sientan muy distanciados uno de otros. En estas unidades de transporte, además, ya es obligatorio que la gente viaje sentada. Y, como si fuera poco, el acceso a los micros debe realizarse por la puerta trasera.  La idea, como en todos los casos, es cuidarse lo máximo posible del Covid-19. 

También las veredas lucen muy diferentes, sobre todo en el centro de ciudad, donde hasta hace algunos días eran propiedad exclusiva de peatones que iban y venían de sus actividades diarias o para hacer compras o negligencias. Ahora, en cambio, estas aceras son corredores de permanente vigilancia de policías. que velan para que se respete la cuarentena y el virus no gane terreno entre nosotros.

Por lo menos hasta el próximo 12 de abril los platenses deberán permanecer aislados en sus hogares y convivir con estas nuevas disposiciones  que alteraron nuestras conductas y rutinas. Será cuestión de tiempo saber si la situación de guarecimiento social derivada de la presencia del virus continuará más allá de la fecha establecida. 
 

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