El campo continúa con el paro y hasta amenaza con extenderlo

Edición Impresa

El Gobierno hizo una reapertura parcial de las exportaciones de maíz, que había suspendido hasta marzo, minutos antes del inicio de un paro agropecuario por 72 horas que habían convocado los productores y que han decidido no desactivar para mostrar su disconformidad ante lo que entienden es el inicio de una política de intervención.

Al considerar que se ha logrado garantizar la oferta de maíz a las distintas cadenas de producción, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca anunció en un comunicado que se deja sin efecto provisionalmente la suspensión de la exportaciones de maíz, pero por el momento no podrán superar las 30.000 toneladas diarias.

Las cámaras agropecuarias se reunieron para evaluar la medida, pero no dieron marcha atrás al paro. “Lo que necesitamos es la eliminación total. No lo vemos favorable porque consideramos que estamos dentro de una intervención del mercado, que si hoy son 30 toneladas, mañana pueden ser 60, 100 o lo que quieran”, dijo Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en declaraciones radiales.

Los productores quieren que las restricciones sean alivianadas o eliminadas directamente.

Según Carlos Achetoni, de la Federación Agraria, “el Gobierno busca que caiga el precio del maíz; pero si es una medida transitoria, no va a caer. Y si se dilata en el tiempo nos preocupa porque podrían tomar medidas similares con la carne.

Argentina es el tercer exportador de maíz del mundo.

Esta es la segunda protesta de los productores agropecuarios contra la administración del presidente Alberto Fernández luego del aumento, en marzo de 2020, de los impuestos a las exportaciones de soja, la oleaginosa estrella del campo.

El paro tiene lugar en momentos en que el Gobierno necesita divisas que provienen de las exportaciones en un contexto de crisis económica agudizada por la pandemia del nuevo coronavirus.

Para el campo se trata del inicio de una política que genera incertidumbre y deriva en una reducción de la producción, y recuerda al conflicto político con el sector y los cupos de exportaciones que aplicó el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, hoy vicepresidenta.

“Vamos a vender lo que el Gobierno autorice. El problema acá no es solamente el tema del tonelaje, sino la idiosincrasia intervencionista que existe en el Gobierno de querer intervenir en el mercado. Eso consideramos que no funciona y no hace bien al desarrollo del mercado de maíz o de cualquier mercado de granos. De momento el paro sigue en pie y sigue funcionando”, señaló Chemes, que no descartó profundizar la medida de fuerza.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE