De noche y con cuchillos, asaltan a una familia en el Parque Ecológico

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Desde que la cuarentena estricta comenzó a “desarmarse”, los grandes espacios verdes volvieron a ser una opción de escape para varias familias. El Bosque, el Parque Pereyra, la República de los Niños y el Parque Ecológico comenzaron a ser visitados de nuevo por reposeras, corredores y ciclistas. Este último, se tornó un destino por demás peligroso, según denuncias del vecindario.

Una serie de arrebatos que tuvieron lugar en el interior del campo situado en el Camino Centenario y 426, entre City Bell y Villa Elisa, preocupó a quienes a diario utilizan los caminos para hacer ejercicio. Con el correr de las semanas, los episodios se hicieron más violentos y esa intranquilidad se convirtió con rapidez en temor y en reclamos.

En octubre del año pasado sucedieron dos nuevos hechos sangrientos, pero poco cambió. No hubo una respuesta certera de las autoridades y los ataques continuaron cada fin de semana. El último, fue el lunes por la noche, donde actuaron tres delincuentes armados.

Las víctimas fueron integrantes de dos familias, quienes accedieron a relatar los tensos segundos que duró el incidente y confirmaron lo que otros damnificados alertan: que “el Ecológico es cada vez más inseguro”.

“NO SON HECHOS AISLADOS”

Laura y su familia disfrutaban de un día soleado y caluroso. Habían ido temprano y pasando las 19 no pensaban todavía en volver a sus casas. “Hacía mucho calor y estaba anocheciendo, pero todavía había gente”, le contó la mujer a este diario.

Estaban en el sector de los juegos -una de las áreas más transitadas-, junto a sus hijos, su prima y los hijos de ésta. Como el clima lo permitía, un numeroso grupo de personas seguía disfrutando de la jornada. En ese contexto, una serie de gritos que venían desde un monte cercano cambió la atmósfera en cuestión de segundos.

“Salieron de la nada, eran tres encapuchados y amenazando a todos”, refirió. Y añadió: “Quedaba bastante gente en el Parque, algunos corriendo, y no les importó. Es terrible que pase esto en un paseo público y a cualquier hora”.

Los recién llegados sorprendieron a los presentes y enseguida dieron a conocer el motivo de su presencia. Querían los teléfonos celulares y las billeteras. “Había chicos de entre 6 y 17 años y no les importó nada”, señaló Laura. Después de despojar a la familia de sus pertenencias y ante la mirada del resto de las personas que caminaban por ahí, sumaron al botín dos bicicletas y desaparecieron de la escena.

En octubre del año pasado un adolescente fue apuñalado. Querían su bicicleta

 

“No hay derecho a no poder disfrutar a la hora que uno quiere. Ya han juntado firmas para pedir seguridad porque los robos son a toda hora y cada vez con más violencia”, reclamó.

Como se dijo, en 2020 ocurrieron dos incidentes con inusitado salvajismo que dejaron como saldo un adolescente herido. El primero, fue al inicio de octubre y cuando dos hombres que “saltaron del arroyo” en el camino Centenario sacaron luego “una faca” y amenazaron a una ciclista “con pincharme”, según contó la propia víctima.

En tanto, un menor de 16 años recibió dos puntazos, uno en el antebrazo y otro en el muslo, al ser rodeado por una patota que quería robarle la bicicleta.

Una familiar del chico sostuvo que por el miedo “nunca más quiso ir al Parque, ni siquiera acompañado”.

 

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