Vecinos se movilizan para reabrir un club de barrio

Hace una década que Defensores de City Bell tuvo que terminar con las actividades que realizaba. Con esfuerzo, tiempo y creatividad buscan recuperar este espacio

Edición Impresa

Una apuesta a la comunidad y al bienestar de todos sus integrantes. En eso está un grupo de vecinas y vecinos del barrio Savoia que se propone poner en pie un club de fútbol infantil y juvenil que dejó de funcionar hace una década y que supo ser referencia en la zona. Se trata de Defensores de City Bell, que tiene que “empezar de cero” con la aspiración de estar listo para volver a federarse el año que viene.

El predio, un terreno de 2 hectáreas, en 7 y 479, ya se está poniendo a punto gracias al trabajo mancomunado de la vecindad: una empresa de parquización de la zona ofreció su aporte gratuito y la gente del barrio colaboró en la limpieza del lote. Faltan detalles fundamentales para la refundación de la entidad, como la colocación de los arcos de fútbol y la construcción de un vestuario, sanitarios y un salón. También resta la finalización del trámite en Personas Jurídicas.

Esta ilusión que parece materializarse surgió en plena pandemia. El médico neurólogo Martín Pedersoli y el comerciante Oscar Giménez Borges, vecinos ambos de “toda la vida” del Savoia, se encontraron en la calle en esos meses de incertidumbre e inquietud del invierno de 2020 y empezaron a rememorar con nostalgia la época en que el club funcionaba con, incluso, algunas grandes satisfacciones, como el ascenso de 1ª B a 1ª A en 2002.

“Un año de gloria”, recordó Giménez Borges, quien era, por entonces, presidente de “Defensores” y ahora, luego de una asamblea con la participación de los vecinos, vuelve a ocupar el máximo cargo en la institución, secundado como vicepresidente por Pedersoli.

El club se había creado entre fines de 2001 y principios de 2002, en tiempos muy complicados desde el punto de vista social, con la economía del país en bancarrota y una desmejora muy preocupante en la calidad de vida de las familias que ya estaban comprometidas por sus escasos ingresos. En unos pocos meses el barrio entero se movilizó, se fundó la entidad, arrancaron los entrenamientos y la competencia en la Liga Amateur Platense y el equipo se consagró en su posición de la A.

“Queremos recuperar ese espíritu -dijo Pedersoli-, porque es el único club de la zona y es muy importante que en un barrio como este, con sus dificultades, los chicos tengan un espacio de contención, una actividad social y deportiva que los entusiasme”.

Otro de los rasgos que lo distinguieron a “Defensores de City Bell” es que fue el primer club de esa localidad del norte platense de cancha de once jugadores fichado en la AFA por intermedio de la Liga local.

Por aquellos años la institución llegó a tener unos 800 socios. Y fue, aseguraron con orgullo el presidente y el vice, “semillero” de figuras que sobresalieron por su presencia en planteles de instituciones reconocidas. Por caso, ahí realizó las prácticas en inferiores el “Chino” Vittor (jugador de Independiente, Racing, Gimnasia, Banfield), y Matías Ruiz Díaz, destacado por su actuación en Estudiantes.

Ahora, el contexto en el que se lanzan a reinaugurar un club de barrio, señalaron los flamantes dirigentes, también es difícil, “pero no imposible”, coincidieron, y eso es porque se advierte una enorme voluntad comunitaria.

Desde hace unas semanas, distintos vecinos concurren de manera autoconvocada a recolectar la basura y cortar el pasto en el predio. Junto a ellos, un grupo de amigos, trabajadores y estudiantes universitarios busca por cielo y tierra a los ex jugadores, ex socios que se han dispersado por la Ciudad. Es que no sólo se intenta volver a poner en marcha el club caracterizado por los colores verde y blanco sino que los impulsores del proyecto creen que hay que recuperar también su historia, inscripta en la memoria de toda esa gente.

La visión que alguna vez tuvo, por caso, Giménez Borges, se mantiene intacta. “El objetivo es que seamos otra vez un club competitivo en lo deportivo, volviendo a disputar la Liga Amateur Platense, con divisiones inferiores e incluyendo el plantel de fútbol femenino”, resaltó el titular de inminente sede deportiva y social.

En ese sentido, Pedersoli añadió que se intenta no sólo reconstruir la historia deportiva sino también reactivar la labor social de Defensores, que le dio “los momentos más felices de mi infancia, con mis hermanos jugando ahí”.

Quienes impulsan el proyecto remarcan que “es una movida vecinal, genuina, sin ayuda de partidos políticos, movimientos religiosos, ni de ningún otro sector. Quienes nos ayudan lo hacen con la finalidad de tener un club de barrio en el que los chicos y las familias puedan tener un lugar de encuentro y esparcimiento”.

Este domingo, reunión

El próximo domingo las vecinas y los vecinos del Savoia se reunirán para informar al resto del barrio la situación institucional actual del club, como así también para organizarse en relación a los materiales que se necesitan para levantar las instalaciones y determinar los lugares donde se recibirán las donaciones.

Se adelantó, en ese sentido, que la jornada comenzará a partir de las 14 en el mismo predio, donde habrá, asimismo, actividades recreativas para niños y niñas, talleres deportivos, pintura y una merienda.

El avance de la iniciativa puede seguirse en Instagram como @clubdensorescitybell o en Facebook como “Club Defensores de City Bell”.

Fue semillero de distintas figuras del fútbol de primera división de nuestro país

El barrio reedita la gesta de la apertura, en 2001, otro año bravo para iniciar emprendimientos

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE