Otra muerte que pone en duda la seguridad del motociclismo

El piloto tenía 19 años. Se había accidentó en las pruebas de clasificación. Y murió ayer en un hospital de Florencia

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La muerte del joven suizo Jason Dupasquier vuelve a poner en tela de juicio las medidas de seguridad para los pilotos de motociclismo, que suelen correr a más de 320 km/h con poca protección para su integridad física. Si bien se han extremado los cuidados, los protagonistas se encuentran más expuestos.

Claro que más allá de las medidas de seguridad nadie está exento de la fatalidad como sucedió Dupasquier. El piloto, de apenas 19 años, se accidentó durante la jornada del pasado sábado en las pruebas de clasificación del GP de Italia de Moto3, en el circuito de Mugello.

Dupasquier se vio involucrado en el accidente ocurrido entre las curvas 9 y 10 del circuito de Mugello, que obligó a que la Qualy 2 de su categoría fuera suspendida con bandera roja.

Los servicios médicos de la Federación Internacional de Motociclismo lo atendieron de inmediato en la propia pista para después trasladarlo en helicóptero al Hospital Careggi de Florencia. Durante la noche, Dupasquier fue operado por un hemoneumotórax en el pulmón y sondado para drenar la sangre y el aire en el espacio pleural. Sin embargo, la gravedad de sus lesiones cerebrales hizo que fuera imposible salvarle la vida.

En el motociclismo a diferencia de la F1, los pilotos están completamente expuestos en la pista, sin “jaulas” de supervivencia o el famoso Halo de protección.

Debido a los riesgos, cada el atuendo de un piloto ha sido diseñado para brindarle la mayor protección posible. Si bien no se tienen en cuenta todos los tipos de accidentes, las medidas empleadas en MotoGP pueden marcar la diferencia.

En 2019, la Federación Internacional de Motociclismo introdujo nuevas reglas con respecto a los cascos para mejorar la protección contra las lesiones cerebrales. El más complejo de los dispositivos de seguridad es el airbag, que se ha utilizado en MotoGP durante años, pero finalmente se convirtió en obligatorio en 2018. Se coloca alrededor de la espalda, los hombros y la caja torácica dentro del mono (buzo), y está diseñado para absorber las fuerzas soportadas por los pilotos cuando se caen.

Los protectores de espalda modernos han avanzado a pasos agigantados. Diseñado ergonómicamente para adaptarse a los contornos del piloto, el núcleo de aluminio generalmente adopta una estructura de panal para absorber la fuerza de los impactos. En el pecho también se utilizan protectores que deben cubrir una superficie de al menos 230 cm2.

A pesar de la muerte de Dupasquier se decidió correr el GP de Italia como manera de homenajear al piloto suizo. La carrera fue ganada por el francés Fabio Quartararo.

 

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