El Oficial Gordillo: “Cuando estuve internado por COVID miraba Les Luthiers: el humor descomprime”

El humorista tucumano Miguel Martín volvió a la presencialidad de la mano de su emblemático personaje

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Miguel Martín ya es sinónimo del Oficial Gordillo, el personaje más conocido del humorista tucumano que, cuenta en diálogo con EL DIA, nació casi por accidente: “El Oficial nació en los 90: mi mamá me lavó el pantalón marca Club Ken y en el bolsillo de atrás se encontraba mi cédula de identidad. Para renovarla debía ir a la policía de mi pueblo y al llegar me encontré con este hermoso y curioso personaje con evidentes deficiencias idiomáticas ya que decía cosas tales como ‘polecía’, ‘célula’, ‘decumento’, entre otras palabras con malformaciones. De ahí se me ocurrió observar operativos policiales y de esta manera construir el personaje”.

Lo que comenzó casi de forma inocente se transformaría con el tiempo en un personaje que trascendió fronteras y llevó a Martín a girar por el país. Ahora, llega a nuestra ciudad, con “Más vivo que nunca”. “Un espectáculo de humor donde se podrá ver al oficial Gordillo laburando ‘home office’ debido a que en principio era personal esencial pero se ‘tomó’ el alcohol en gel que le habían asignado pensando que era gelatina de vodka. Por este motivo lo confinaron obligatoriamente a trabajar desde el domicilio”, comenta risueño sobre el destino que le depara a su criatura en el espectáculo de humor con Gordillo al frente que tendrá lugar el viernes y el sábado en la sala de 4 entre 51 y 53.

El “home office” de Gordillo es solo el inicio del show donde también aparece su madre, La Mary, contando “cómo se festeja la navidad en mi pueblo” y “cómo se hace el clericó con todas las bebidas que le sobraron del año”.

Un espectáculo de humor norteño, como reconoce Martín, explicando que “yo siempre dirigí mi humor solo a Tucumán. Nunca pensé que podría hacer gracia o que se entendiesen en Salta, Jujuy o Santiago del Estero, y fue todo lo contrario, se entendió perfecto”. Porque, dice, a pesar de “algunos términos diferentes, las costumbres, los rituales, la convivencia y la idiosincrasia de un barrio son los mismos en cualquier punto del país y hasta a veces de Latinoamérica”. El espectáculo juega con los estereotipos de la zona (y algunos policías, cuenta el humorista, le daban la espalda al principio, “hasta que se dieron cuenta que mi humor va más hacia lo costumbrista y no hacia las fuerzas de seguridad”) pero termina “pintando su aldea para pintar el mundo”.

Martín llegará a La Plata en medio de la gira que lo reencuentra con el público tras un año de pandemia, y, dice, es el momento ideal porque “la gente está muy ávida de distracción: tengo la fortuna de hacer humor y creo que los espectáculos de este tipo son los más elegidos ya que estamos consumiendo un exceso de información por la pandemia, que nos lleva a algunos como yo a ‘infoxicarnos’ y no a informarnos”.

Descomprimir

“El humor ayuda a descomprimir en situaciones angustiantes o de mucha incertidumbre”, completa Martín. “Es por eso que en las redes el 99% del contenido es humor ya sea memes, placas, tik toks, etc. Yo, sin ir más lejos, en mi internación (se contagió de COVID) veía vídeos de Les Luthiers que me ayudaron mucho en mi estado de ánimo”.

En pandemia, cuenta, intentó no quedarse quieto: realizó streamings, vivos de Instagram y Facebook, subió contenido a YouTube y hasta hizo publicidades de comercios tucumanos y empresas nacionales “para poder llevar un plato de comida a la casa y pagar los sueldos a nuestra gente, obviamente”.

 

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