Las acuarelas de un pintor local surcan los mares con la Fragata Libertad

Embajadora cultural de nuestro país, promotora de la fraternidad entre naciones, la Fragata Libertad, recién lanzada al mar para el viaje iniciático de los cadetes de la Armada, lleva consigo arte platense. Se trata de 20 acuarelas del pintor Walter Di Santo, de las cuales 16 se exponen durante el periplo dentro de la emblemática embarcación y el resto desembarcará en puertos extranjeros desde donde se las destinará a un museo.

Di Santo, además de ser un reconocido pintor dedicado en particular a las técnicas de la acuarela y el óleo, estudió en la UNLP, donde se graduó en la Licenciatura y el Profesorado en Artes Plásticas y también de abogado. Combina ambas formaciones trabajando dentro del Derecho en Protección del Arte. Es docente titular en la cátedra de Estética de la facultad de Artes, secretario de Extensión de la UCALP, y director del Museo Fra Angelico de esa casa de altos estudios.

SE EMBARCARON EL SÁBADO

La veintena de pinturas que se embarcaron el sábado último luego de una breve muestra afuera del gran velero argentino porque por razones de prevención sanitaria no se dejó subir a bordo al público, se reúnen en la serie “Mascarón de proa”, metáfora naviera que alude al hecho de “abrir caminos y extender lazos entre distintas culturas”, según subrayó el mismo artista plástico.

Varias de estas pinturas se habían exhibido años atrás en una exposición que apreciaron integrantes de la Marina, y ahí surgió la invitación a Di Santo para que sus obras trasciendan nuestras fronteras como portadoras de la hermandad entre los pueblos.

Son producciones realizadas en papel con acuarelas y, en algunas, el artista incorporó láminas de oro, técnica que realza la luminosidad, pues le otorga un efecto iridiscente al trabajo.

Esta travesía, que tocará puertos de Chile, Perú y Uruguay, es, en rigor, un proyecto abreviado de un viaje que iba a realizarse el año pasado con la idea de conectarse el buque escuela con 18 países, pues iba a zarpar de la ciudad de Buenos Aires con el objetivo de llegar a Canadá, surcando los dos océanos, el Atlántico y el Pacífico. Fue esa otra de las iniciativas que truncó la irrupción mundial del coronavirus.

No obstante el achique de su propósito original, este viaje implica todo un simbolismo en relación a la historia y la identidad de las naciones del cono sur. Con una de las paradas en el puerto de Callao, allí, además de una de las piezas que irá a un museo, la Armada Argentina regalará la obra que sea quizás la más importante de la colección de mascarones creadas por Di Santo: un “San Martín protector”, como lo llaman en Perú al Libertador, pues el prócer argentino no sólo peleó también por la independencia de ese país latinoamericano, sino que en ese caso fue el creador de la bandera que lo representa.

La llegada de las obras a Perú sucede en coincidencia con la celebración del bicentenario del país latinoamericano. “Como parte del regalo pinté a un héroe de ambas naciones, nuestro querido General Don José de San Martín. Lo retraté con el uniforme de gala de Protector de las Libertades del Perú y lleva en su mano la bandera que creó para la naciente república el 21 de octubre de 1820”, remarcó el artista.

Di Santo no disimula el orgullo que le provoca el viaje en la fragata argentina de las piezas de su creación y que sean de su factura las pinturas que regalará la Armada a tres países. “Es un honor que esta acción diplomática esté representada por mi obra”, remarcó.