Afuera la Delta frena todo y adentro, hay muchas dudas
Edición Impresa | 4 de Agosto de 2021 | 03:09

Luis Varela
eleconomista.com.ar
Comenzó agosto, y mientras Argentina sigue obligada a vivir al día, resolviendo un problema tras otro, por años con decisiones macroeconómicas equivocadas, el mundo dio un giro en las últimas horas colocando algunas luces de alarma, que deberá verse si se confirman. El movimiento tiene que ver con una notable multiplicación de contagios con la cepa Delta en Estados Unidos, Europa y China, tanto que el primero en reaccionar fue el petróleo, que el lunes acusó una baja considerable en su cotización.
En medio de una pandemia que todavía tiene derivaciones insospechadas, hay varios países, como Israel o Alemania, que están empezando a aplicar la tercera dosis de vacunas anti-covid, ya que la cepa Delta es muy veloz, quizá no tan mortal, pero se requiere de mayor protección para que el daño en las personas, y en las economías no sea tan pernicioso como ocurrió durante el año pasado. Y mientras eso sucede en el mundo, expertos epidemiológicos advierten que la cepa delta es imparable: no entrará únicamente por aeropuertos, sino vía países limítrofes, y lo más controvertido del caso es que el 85% de los argentinos están sin dos dosis y, de manera absurda, de las 38 millones de vacunas ya repartidas, hay 5,7 millones de dosis sin aplicar.
La proliferación de la cepa Delta, que se toma menos tiempo para contagiar de persona a persona y que demora más tiempo en ser diagnosticada una vez que el enfermo ya la tiene, está multiplicando a los inversores que prefieren desensillar hasta que aclare: por eso las Bolsas del mundo tuvieron el lunes una evolución de mayor a menor, con una creciente compra de bonos del Tesoro de EE UU, que fueron subiendo de precio, por lo que sus tasas a vencimiento volvieron a bajar.
Esta amenaza de la cepa Delta contuvo la debilidad que mostró el dólar durante el cierre de julio. De ahí que los metales preciosos no se movieron, con las criptomonedas anotando bajas menores, tras las fuertes subas de las últimas dos semanas. Y lo que realmente fue muy positivo, sobre todo para esta Argentina tan inundada de pesos y vacía de dólares, fue un nuevo incremento para los granos, sobre todo para el trigo, que brilla, con un nuevo salto del 4% tanto en Chicago como en Rosario, que ya se estira a una suba de más del 20% en tres semanas, con 500.000 hectáreas sembradas más que el año pasado, lo cual puede convertirse en una bendición para la sequía de estos tiempos.
Así, mientras se inicia un mes con fuertes subas en prepagas, GNC, expensas y alquileres, que pueden llevar a la inflación incluso por encima del actual 50% anual, el BCRA siguió con su tónica de licuación, dejando las tasas quietas en 38% las Leliq y 37% los plazos fijos, con pesos que se van achicando en términos reales en los bancos, sin ser usados por los dueños de esos fondos.
Con ese marco, mientras en el exterior, el dólar subió 1,6% en Chile, 0,2% contra la libra, 0,1% en México, no cambió contra el euro y bajó 0,3% contra el yen y cedió 0,7% en Brasil, en Argentina el dólar blue y el Senebi fueron frenados, pero los financieros libres volvieron a subir.
Debajo de toda realidad estrictamente financiera, los inversores intentan adivinar qué puede pasar con la economía en los meses que vienen. Muchos se esperanzan con lo del trigo, pero ayer se confirmó que a pesar de las tasas subsidiadas del 28% anual (con una inflación del 50%) en julio se vendieron menos motos nuevas que en junio, por lo que los mecanismos de promoción que está haciendo el Gobierno para intentar mantener a flote la actividad encuentra bolsillos muy vacíos.
“Los inversores intentan adivinar qué puede pasar con la economía en los meses que vienen”
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