La Cuarta Sección, con la “zona núcleo” del agro

Bien al noroeste de Buenos Aires, en ese curioso ángulo de 90º que se ve en el mapa y que fija límites con Santa Fe, Córdoba y La Pampa, se sitúa la Cuarta Sección Electoral de la Provincia.

En términos de superficie total, es de las tres más grandes del territorio bonaerense, con amplias extensiones rurales, que además son de alta productividad: 8 de los partidos que componen la Cuarta son parte de la llamada “zona núcleo” de la Argentina, la más cotizada, la que produce la mejor soja, que es el comoditie exportable que genera dólares vitales para la economía. Comparte con la Segunda Sección (Norte de la Provincia) ese privilegio zonal. También se desarrolla allí una cierta industria alimenticia y metalmecánica.

Cabecera, ¿Junín?

Una característica de la Cuarta Sección es que no tiene una ciudad absolutamente preponderante, a modo de localidad cabecera. Acaso Junín pica en punta, por su cantidad de votantes y por ser sede de la Universidad Nacional del Noroeste, la única de la zona, que tiene una asistencia de unos 10 mil estudiantes.

En base a la cantidad de habitantes que tiene, puede decirse que la Cuarta ostenta una alta representación en la Legislatura: 14 diputados provinciales y 7 senadores. Vayan a modo ilustrativo los números de la Primera Sección: tiene 4 millones más de electores que la Cuarta y sólo un representante más en cada una de las Cámaras. Alguna vez la política debería debatir estos temas.

qué distritos la componen

La Cuarta está compuesta por 19 municipios. Ellos son: Alberti, Bragado, Carlos Casares, Carlos tejedor, Chacabuco, Chivilcoy, Florentino Ameghino, General Arenales, General Pinto, General Viamonte, General Villegas, Hipólito Yrigoyen, Junín, Leandro N.Alem, Lincoln, Nueve de Julio, Pehuajó, Rivadavia y Trenque Lauquen.

Su padrón es de más de 530 mil electores. En este turno electoral se elegirán los 7 senadores, renovando los que ingresaron en 2017. En el mundo político se analiza que es un territorio históricamente afín a lo que hoy es la oposición a Axel Kicillof, esencialmente el radicalismo y el PRO. Es una sección, digamos, “Cambiemista”.

Vayamos a los números. En 2017, aquella gran elección del macrismo/vidalismo, Cambiemos obtuvo 50,4 % de los votos en el rubro Senadores provinciales. El PJ kirchnerista, que se presentó como Unidad Ciudadana, sacó el 25,24. Cinco legisladores para el vencedor, dos para el perdedor. Eso es lo que se pone en juego en el comicio de este año.

En 2019, pésima elección para el macrismo que le valió perder la Provincia, Cambiemos (que hoy se presenta como Juntos) obtuvo el 46,34 % y el Frente de Todos el 44,72%. Se eligieron diputados: 7 fueron para el vidalismo, 6 para el kirchnerismo y 1 para lo que era el lavagnismo, espacio político hoy extinto.

El escenario más optimista para Juntos, en las legislativas de noviembre, es retomar aquellos guarismos de 2017 para conservar la misma representación actual en el Senado. Sabe que el campo está enojado con el gobierno nacional (y, por extensión, con el bonaerense), a raíz de la política agropecuaria.

proyecciones

Antes, en setiembre, los radicales apuestan a que la Primaria Abierta quede en sus manos frente a los amarillos de PRO. Relativo: sondeos reservados dicen que Horacio Rodríguez Larreta tiene buena imagen en la zona.

Para el peronismo, lo ideal sería retener los votos obtenidos en 2019, cuando el “fenómeno” Kicillof hizo un papel digno en ese territorio históricamente hostil al justicialismo.