Actos violentos que afectan a la seguridad de la gente y a la reactivación comercial
Edición Impresa | 27 de Septiembre de 2021 | 02:52

Mientras los gastronómicos platenses mantienen expectativas relacionadas por el nuevo marco que regirá para la actividad nocturna, esto es que se encuentran a la espera de un desahogo para un sector que en los últimos 18 meses, condicionados por la pandemia y la cuarentena, sufrió el cierre de 150 negocios del ramo, una de las zonas de mayor concentración de ese tipo de comercios atravesó en estas jornadas una madrugada violenta, con gravísimos incidentes en cercanías de los bares ubicados a lo largo de la diagonal 74, entre las plazas Italia y Moreno.
Tal como se reflejó en las crónicas de este diario, un joven haciendo “willy” y que avanzaba supuestamente a contramano chocó contra un taxi, originándose a partir de allí una suerte batahola con intento de linchamiento, botellazos y disparos de estruendo por parte de la policía cuando llegó al lugar, mientras los clientes buscaban refugio en los locales o alejándose de ese escenario, que tuvo su epicentro a la altura de 48.
“Se veía venir” dijo un comerciante de esa zona. Añadió que “un rato antes dos tipos habían estado enfrentándose a cuchillo, en la esquina de 10. Una pelea tumbera con los brazos enfundados en pañuelos y todo...”, definió en alusión a lo que también podría asimilarase a un pretérito duelo criollo entre cuchilleros. En ese contexto, se sumó al cuadro un joven motociclista que avanzaba haciendo willy a gran velocidad, perseguido por un patrullero policial. Allí sobrevino el choque contra el taxi, un intento de defensa del joven por parte de sus amigos, un inicio de linchamiento y la policía disparando balas de estruendo.
Según versiones contrapuestas –la de la Policía fue que algunas personas agredieron al taxista, mientras que otras reseñaban lo contrario, que un grupo se acercó al motociclista, lo increpó y habría tratado de golpearlo mientras se encontraba en el suelo- en determinado momento habría arribado el Grupo de Apoyo Departalemental (GAD) que con su accionar buscó proteger la vida del motociclista.
Sea como sea, existen numerosos antecedentes en los últimos años en nuestra ciudad de reyertas y bataholas violentas entre distintos grupos –como las ocurridas en cercanías del teatro Argentino, en la peatonal 8 y en otros lugares céntricos- entre grupos de jóvenes, que causaron lógico temor entre la población.
En el caso aquí reseñado, los comerciantes de diagonal 74 coincidieron en que no hay derecho de que mucha gente que busca tranquilidad y pasar un buen momento se vea alterada y amenazada por este tipo de incidentes, y que sólo un mayor patrullaje policial, en especial la presencia de agentes que recorran a pie todo el sector, puede impedir estas situaciones caóticas.
Se está, por cierto, ante situaciones violentas que pueden parecer complejas pero que, con algunos mínimos ajustes en el accionar policial, pueden ser prevenidas y evitadas. Bien se conoce que los desórdenes en algunos boliches, así como en determinados recitales, suelen desembocar en duros enfrentamiento y que esos incidentes tienden a desatarse en determinadas jornadas y bajo condiciones que resultan propicias para que la violencia se haga presente.
Lo cierto es que este tipo de situaciones perjudica mucho la calidad de vida de la Ciudad. Es allí, entonces, donde la presencia policial cobra importancia, en la medida en que sirva como presencia disuasiva. La reactivación de la dinámica ciudadana, de su vida económica, que todo el mundo espera, no puede verse condicionada por el actuar impune de algunos pocos irresponsables.
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