Sixto Coscarón

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El fallecimiento del profesor, investigador y científico Sixto Coscarón provocó profundo pesar en numerosos ámbitos profesionales y educativos. Desarrolló una intensa y brillante carrera profesional en el país y en el mundo. Su destacada trayectoria cosechó diferentes reconocimientos y premios.

Había nacido el 6 de agosto de 1926 en General Fernández Oro, provincia de Río Negro. Hijo de Ludivina Conejo y Mateo Coscarón, primeros pobladores de ese lugar, pudo cursar hasta tercer grado en su tierra natal, luego de cuarto grado en adelante estudió en Cipolletti. Para la escuela secundaria se trasladó a Bahía Blanca y más tarde ingresó a la facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, donde se graduó como biólogo y doctor en Ciencias Naturales y Bacteriólogo Clínico e Industrial.

Su extensa trayectoria profesional lo tuvo como profesor e investigador. Fue docente en la facultad de Ciencias Naturales y en Veterinarias en la UNLP y también en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de San Pablo (Brasil). Ejerció como investigador en el Instituto Malbrán, el INTA, el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York (EEUU) y el Instituto Oswaldo Cruz (Río de Janeiro).

Una de sus obras más trascendentes fue la creación del Centro de Estudios Parasitológicos y Vectores (CEPAVE), del que fue director. Publicó más de 170 artículos en revistas científicas de reconocido prestigio tanto en el plano nacional como internacional, y formador de recursos humanos con decenas de becarios a su cargo. Por su labor, recibió subsidios de la Organización Mundial de la Salud, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la National Gheographics para desarrollar diversos proyectos científicos de trascendencia.

Su trabajo tuvo el reconocimiento de la Beca Guggenheim en Ciencias Naturales, América Latina y Caribe; el premio Konex 2003; el premio Ángel Gallardo (Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; y el premio Alexandre Rodríguez Ferreira de la Sociedad Brasileña de Zoología, entre otras destacadas distinciones.

Siempre su familia tuvo un lugar destacado en su vida, más allá de la alta demanda que le exigía su profesión.

Se casó con Carmen Annuafi; tuvo dos hijas (Cecilia y María del Carmen, “Maru”), quienes siguieron sus pasos al estudiar y desarrollar sus carreras como biólogas y entomólogas. Tuvo cuatro nietos y tres bisnietos.

 

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