"3DT", la historia de la Generación Dorada contada por sus conductores
| 7 de Noviembre de 2022 | 01:38

José Glusman guardó una frase de cuando filmó “León”, documental sobre el fundador de la Liga Nacional de Basquet León Najnudel: “León decía que para ser entrenador de basquet, hay que saber un poco de basquet”. Es decir: hay que saber de basquet, claro, pero también de otras miles de cosas. “Es un paralelismo que he pensado respecto del cine: para hacer una película tenés que saber de cine, pero también de lidiar con la gente, el catering, las críticas, terminás levantando los fierros”, se ríe, en diálogo con EL DIA.
Y así como Najnudel sería la semilla para la Generación Dorada, de su frase germinaría un nuevo documental basquetbolero de Glusman, sobre esa generación que ganó el oro en Atenas 2004, que sumó otra medalla en 2008, y que fue dos veces subcampeona mundial, dándole además a la selección estadounidense su primera derrota con jugadores NBA en la historia: “3DT”, que se puede ver hasta el miércoles en el porteño Cine Gaumont y, de manera virtual, a través de la plataforma Cine.Ar Play, es ese documental, centrado en los tres directores técnicos, esos tres que tenían que saber de basquet y de tantas otras cosas, y que forjaron la gloria durante un cuarto de siglo. Rubén Magnano, Julio Lamas y Sergio Hernández.
El documental, que cuenta con testimonios de los tres entrenadores y también de los jugadores de referencia de la Generación Dorada (Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto y Juan Ignacio "Pepe" Sánchez), destaca, dice Glusman, “las herramientas artísticas y expresivas de estos entrenadores: no encuentro diferencias entre un director de orquesta y un director de basquet”.
Porque, afirma, “vos tirás cinco estrellas en una cancha de basquet, y no necesariamente vas a tener un equipo: el equipo se va a dar cuando se va a dar desde la conducción. Los ejemplos bajan, ahí se impregnan de verdad de valores, de trabajo, de manera de afrontar el sacrificio. Y cómo manejar los conflictos: porque la vida es conflicto”.
El proyecto apareció en la cabeza de Glusman cuando Argentina fue subcampeona del mundo en 2019, un hecho que, dice el director, “me conmovió mucho. Solo quedaba Scola de la Generación Dorada: me parecía fuerte ver solo a Scola y, después, una nueva generación, me pareció épico. Me pareció que el único denominador común, al final, son los entrenadores”.
Por eso, en pandemia, cuenta, “empecé a sacar imágenes de YouTube y armé un trailer de 5 minutos, a ver si había una historia, algo más que una mera crónica, un informativo”. Luego, consultó a los entrenadores: estaban dispuestos. Y así nació “3DT”, un material que plasma que “no fueron solo los jugadores, que al frente hubo gente que supo estimular un círculo virtuoso en la toma de decisiones, en la construcción de valores, en la resolución de conflictos”.
Incluso, afirma Glusman, la película permite ver otra perspectiva a la habitual no solo en los documentales sobre el equipo dorado, sino también de sus protagonistas: “Las megaestrellas están acostumbradas a hablar de ellos, y aquí se les pregunta de otros: eso los hizo explayarse, y develar algunas cuestiones que ocurrieron entre ellos, respecto de la horizontalidad, el trabajo sobre los egos, el avance de la edad…”
“3DT” es una película hecha “para el que no sabe nada”, y parte de donde dejó su primer documental, “León”, trazando una línea entre aquella faena de Najnudel y ese oro de Grecia. “León no fue solo la Liga, profesionalizó el trabajo, el oficio: estos tres entrenadores son discípulos directos de León. Me parece que no se podía contar la historia sin empezar por ahí”, explica.
Y la continuidad en la historia es otro valor que destaca Glusman, para quien, durante este período de gloria del basquet argentino, “siempre se construyó sobre lo que estaba bien: no eso de escoba nueva barre mejor, entonces se tira todo y aquí vengo yo…”
¿Es un ejemplo para la sociedad, un manual de cómo debería funcionar el país? “No es tan pretenciosa la idea”, ataja el director. “Es algo que contestaron los propios protagonistas cuando la película se estrenó en el BAFICI: una cosa es un equipo de basquet y otra un país. Este documental no viene a traer las soluciones a los problemas del país, pero muestra una forma de mirar los objetivos que es un granito de arena, un aporte en la medida que lo puede dar un documental que no es de difusión masiva: la actitud sí es algo que podemos traspolar a la sociedad”.
Porque, agrega, “en la selección convivían jugadores millonarios con jugadores de la liga local, y eso se pudo horizontalizar. Incluso, los jugadores traían información de sus clubes, de Europa, de Estados Unidos, para que las decisiones sean mejores, y los entrenadores conseguían postergar egos, lo personal, en función de objetivos en común. Yo creo que ahí hay una mentalidad que sí es traspolable y que nos haría bastante bien para saltar esta grieta que tanto nos debilita como sociedad”.
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