Cómo vivir mejor según las recetas milenarias

Representantes de pueblos originarios se reunieron en la Ciudad para compartir su conocimiento sobre el bienestar físico y mental

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“Nos enseñan que solo existe lo que vemos, pero tenemos un campo espiritual, energético, que hay que cuidarlo tanto como el cuerpo físico”, afirmó la “inkari” María Ochoa en la jornada sobre alimentación y medicina según la cosmovisión de los pueblos originarios.

El encuentro, que tuvo lugar en Plaza Malvinas, comenzó con rituales de la cultura andina. Luego de hacer un toque de caracol hacia los cuatro puntos cardinales, se quemaron hojas para sahumar y limpiar los campos espirituales de quienes asistieron, “hay que atenderlo como lo hacemos con nuestro cuerpo físico”, se explicó.

Armonía, bienestar y crecimiento fueron algunas de las consignas que se abordaron y, en ese contexto, se ponderó el rol de la alimentación apropiada a cada una de las etapas de la vida.

“Nosotros somos millones de células, muchas mueren a diario y necesitamos alimentarnos de células vivas para seguir saludables”, explicó María Ochoa, coordinadora del Consejo de Comunidades Indígenas de La Plata, Berisso.

Tras remarcar que hay productos industrializados que ocasionan numerosas enfermedades, recomendó elaborar las comidas en ollas de barro y recurrir a alimentos indígenas ancestrales que, además de nutrir, se han utilizado por sus propiedades saludables.

Entre otros se mencionó las hojas de coca, la quinoa, el amaranto, el chuño y la chía.

Se explicó que con medio kilo de quinoa comen 10 personas y que el Ministerio de Salud programa que se incorpore en las escuelas; que el amaranto es ideal para personas con anemia y para prevenir la desnutrición; el chuño, la papa deshidratada a 4 mil metros de altura, es un excelente bactericida, protector estomacal y alimento central de los indígenas y que la chía tiene 5 veces más calcio que la leche, triplica la cantidad de hierro que tienen las espinacas, tiene omega 3 y más potasio que el plátano.

“El cuerpo también necesita una evolución y con la comida industrializada las personas son sanas hasta los 40, después empiezan a sufrir enfermedades. Por eso, nosotros proponemos alimentos acordes a las edades”, afirmó María Ochoa.

En el relación a la visión andina amazónica, la terapeuta Mónica Orozco dijo que “somos seres sintientes” y agregó: “el camino del corazón no es conocimiento, se siente a través de la experiencia y aquello que se ha sido sentido jamás se olvida”.

En el marco de esa filosofía, se cree que el futuro está atrás -por eso cargan a los bebés en la espalda- y la experiencia de lo vivido hace que tengan el efecto del pasado por delante.

Mónica Orozco también señaló que cuando ocurren distintos acontecimientos la gente debería preguntarse por qué eso sucede cerca de uno.

“Somos el punto de encuentro entre dos energías, la del padre (con la vibración del sol) y la de la madre (que es magnética, representada por la tierra). Los tres mundos son: Hanan Pacha, el cielo, las ideas y la creación; Kay Pacha, el de los humanos y las relaciones complementarias y Uku Pacha, el de los ancestros que reconoce la cultura y cosmovisión andina como fuente de una nueva educación para el buen vivir”, concluyó.

 

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