Una pelea a palazos y el dueño de un bar, herido

El comerciante quiso frenar un enfrentamiento entre varios jóvenes y terminó con un corte superficial en su antebrazo izquierdo

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Una mirada rara, un roce o algún problema que quedó sin resolver. Cualquiera de esas o, tal vez otras, pudo ser la causa de un nuevo enfrentamiento en la zona de pubs y cervecerías de Diagonal 74, donde hace tiempo reina el descontrol. Los vecinos están realmente preocupados y denuncian que a la noche los ruidos son ensordecedores (ver aparte).

El incidente, muy violento, tuvo lugar a la altura del cruce con las calles 11 y 49 e involucró a varios jóvenes, que se encontraban por demás exaltados.

El reloj marcaba las tres y medida de la madrugada cuando empezaron los gritos, las corridas y los golpes. Incluso con palos cortados, que funcionaban como verdaderas lanzas.

Se habla de que al menos diez personas participaron de la refriega, en la que volaron algunos piedrazos. Entre ellas presuntamente hubo mujeres involucradas, según marcaron a este diario algunos testigos.

Lo concreto fue que un comerciante, dueño de un bar de la zona, quiso mediar en la pelea y se llevó las peores consecuencias.

De acuerdo al reporte oficial, terminó con un corte superficial en el antebrazo izquierdo, que si bien no mereció una derivación hasta un hospital, sí requirió de asistencia en el lugar.

Para esto, de los violentos, al final hubo dos detenidos, que ahora quedaron imputados en una causa caratulada como “lesiones”, con intervención de la fiscalía Nº 1 de La Plata, a cargo de Cecilia Corfield.

Como evidencia, se secuestraron dos palos de maderas cortados.

EL OPERATIVO POLICIAL

Cuando la situación ya se mostraba totalmente desmadrada, empezaron los llamados al 911 y, enseguida, aparecieron los móviles policiales. Del Comando de Patrulla La Plata, de la comisaría primera y también de la División Motorizada, explicó una fuente de la fuerza.

Los videos que ayer circularon por las redes sociales mostraron como, con los agentes en el lugar, los acusados seguían confrontando. Nada parecía importarles. Solo definir quién era el vencedor.

De los aprehendidos, ambos de nacionalidad boliviana, se indicó que uno es albañil, de 34 años, y el otro soldador, que tiene 31.

Los pesquisas, trascendió, ya pidieron colaboración a la central de monitoreo municipal (COM), para que aporte imágenes de lo sucedido, y también cursaron una nota a Modus Operandi, con el objeto de que la víctima o, los testigos individualizados en el acta de procedimiento, indiquen si reconocen a los demorados como las personas que estaban en la escena del hecho a palazo limpio.

El caso, demás está decirlo, provocó un verdadero escándalo en el barrio.

Al sonido habitual de los gritos e insultos, se le sumó el de la sirena de los patrulleros. El descanso, así, se vio interrumpido para varios.

La captura de los revoltosos, no fue fácil. S u estado de excitación era importante.

Muchos hablan de un alto consumo de alcohol y posiblemente otras sustancias. Un combo peligroso que -como ya ha sucedido en otras oportunidades- volvió a decir presente en estos tiempos de locura y descontrol.

 

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