La platense que recorre el país en bici ya piensa en cruzar la frontera

Salió de barrio Aeropuerto en diciembre de 2020 y cumplió distintos objetivos con venta de artesanías y trabajo de moza

Edición Impresa

Belén Francesana salió de barrio Aeropuerto con su bicicleta en diciembre de 2020 dispuesta a llegar hasta El Calafate. En 16 meses cumplió ese objetivo, hizo 10 mil kilómetros, conoció a Mateo, su novio también ciclista y aventurero, está en La Quiaca y ahora proyecta pasar a Bolivia para avanzar hacia Colombia.

“En el camino me crucé varias veces con Mateo y su perro “Simba” y decidimos emprender el viaje al Norte juntos, después nos pusimos de novios”, resumió la joven.

Con el proyecto de llegar a Bolivia en pocos días, “Belu” aseguró: “No pienso parar”, y dijo que después anhelan conocer Perú, Colombia y llegar al Caribe.

A quienes creen que hacer la travesía puede ser algo muy costoso, la deportista les responde que perfectamente se puede solventar con la venta de artesanías o trabajando de moza, algo que hizo con Mateo a su paso por San Juan y Tucumán.

Ella recordó que en diciembre de 2020 salió de su casa con 20 mil pesos y el dinero le alcanzó hasta marzo siguiente.

“Generamos el dinero necesario para lo que vamos a consumir por día, el gasto más grande fue el de dos cambios de cubiertas o los 20 mil pesos que demandó el cambio de platos, piñones y cadenas”, contó.

Con relación al hospedaje, lo encontró en albergues municipales, clubes, bomberos o gente de buena voluntad que le ofreció un lugar para bañarse y pasar la noche. Mientras estuvo sola apeló a su intuición, pero ahora con pareja todo le resulta más relajado.

La ciclista sostuvo que ambos tuvieron la suerte de no contagiarse de Covid-19 y que la virtualidad le permitió avanzar en la carrera de Nutrición. Lo que más extraña es el contacto con los afectos, pero la familia la visitó estando en viaje.

Entre las anécdotas más curiosas que escribió en uno de sus cinco diarios de viaje está el día que llegó a El Cadillal, un pequeño pueblo que está entre Córdoba y La Rioja. Le habían advertido que la gente del pueblo (que solo tiene cinco casas) era muy ermitaña y podía llegar a ser hostil con los forasteros. “Estaba parada frente a la imagen de la virgen y un campesino con una escopeta en la mano vino hacia mí. Me asusté recordando las advertencias, pero lo único que quería era charlar conmigo y hasta nos ofreció su casa para descansar y bañarnos”, recordó.

Belén salió de su casa con 25 años y hoy con 27 está convencida de que la bicicleta, además de ser una parte esencial de su vida, fue la llave que le permitió conocer a Mateo y a “Simba”, centenares de pueblos y su gente, y festejos populares. Además, esas dos ruedas prometen darle nuevas vivencias para seguir escribiendo su bitácora.

Heredó la pasión del ciclismo de su padre y de su abuelo, pero fue la primera de su familia que decidió salir a conocer la Argentina de esa manera.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE