Defensa Civil apta y recursos frente al notable aumento de tormentas en la Región

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A mediados de enero pasado se alertó en esta columna que nuestra región, según referencias ofrecidas por organismos meteorológicos mundiales, forma parte de la segunda zona del planeta que sufre mayor frecuencia de tormentas. En sus menores expresiones estos fenómenos climáticos dejan el saldo de anegamientos parciales, cortes de luz, caídas de árboles y otros daños. Y esto fue lo que ocurrió en los últimos días en nuestra zona.

Sin embargo, tales fenómenos pueden derivar, cuando sus características se convierten en críticas, en gravísimos trastornos.

Ahora nuestra zona volvió a sufrir un ciclón que golpeó con fuerza el centro del país, con focos en Cuyo y Córdoba, pero que también extendió su inestabilidad y sus efectos sobre Mar del Plata, Bahía Blanca, Necochea y otras ciudades de la Costa Atlántica, azotadas por fuertes ráfagas de viento e intensas lluvias.

En Mar del Plata la tormenta dejó sin luz a miles de usuarios y afectó el funcionamiento de semáforos, informaron fuentes municipales. Lo mismo se registró en Necochea, mientras que en Bahía Blanca y localidades aledañas el temporal derribó unos 400 árboles, anegó calles, generó cortes de luz y hubo que evacuar a un centenar de familias, según precisaron desde Defensa Civil local.

Cabe recordar que recientes estudios meteorológicos mundiales dictaminaron que las tormentas han aumentado de manera notable en los últimos años en todos los países.

A su vez, distintos expertos argentinos coincidieron recientemente en que, mientras hace tres décadas ocurría un evento de estas magnitudes cada cinco años, en la actualidad la frecuencia es mucho mayor. En el caso de nuestro país, además, se determinó en forma fehaciente un ostensible crecimiento en la cantidad de días por año en fenómenos climáticos cada vez más severos, en una situación que se presenta esencialmente desde Río Negro hasta el norte.

Tal como se dijo, los expertos indicaron que, de acuerdo con algunos estudios, la región comprendida por la llanura pampeana, la Mesopotamia y el sur de Brasil -en la que se encuentra contenida nuestra zona- conformaría el segundo lugar del mundo en donde se produce la mayor cantidad de tornados, luego del medio oeste de Estados Unidos.

Está claro que resulta esencial que funcionen a pleno las estructuras hidráulicas recientemente habilitadas en la Ciudad y que ello se haga extensivo a las localidades y barrios de la periferia, poniéndose especial énfasis en el mantenimiento de las redes de desagüe pluvial.

Asimismo, resulta prioritario que se atienda al sistema secundario de localidades alejadas, despejándose los canales y zanjas existentes.

Pero resulta esencial que la Región no sólo cuente de una Defensa Civil perfectamente estructurada, capaz de enfrentar y resolver con rapidez muchas de las consecuencias de estas calamidades climáticas, sino que la población disponga de suficientes conocimientos para saber cómo actuar frente a ellas.

 

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