Nicolás Francella: “Es necesario que el cine tenga de vuelta un poco más de vida”

El apellido, el legado, siempre pesa, pero Nicolás Francella ha aceptado ser “el hijo de” en silencio, construyendo con tranquilidad un camino propio que lo lleva ahora a protagonizar su primer protagónico en cine: mañana llegará a salas locales “En la mira”, donde Francella se mete en el papel de un empleado de call center amenazado por un francotirador apostado en un edificio cercano.

Dirigido por el ganador del Tony Ricardo Hornos y el reconocido asistente de dirección Carlos Gil, dos argentinos de extensa trayectoria internacional que vuelven al país para dirigir su primera película, el thriller sigue un día infernal de Axel, un carismático joven que atiende llamadas para una empresa de telecomunicaciones y queda como rehén de lo que pareciera ser un “justiciero cívico” harto de los impedimentos que los usuarios atraviesan a la hora de dar de baja un servicio. Una película de esas que no se suelen ver en Argentina, con importantes secuencias de acción y un tiempo tenso que mantiene al espectador al borde del asiento.

El filme, que tiene también las actuaciones de Gabriel Goity, Emilia Attías, Maxi de la Cruz y Paula Reca, se destaca por la actuación de Francella y buen ritmo para el género, con numerosas similitudes a lo que propuso “Enlace mortal” de Joel Schumacher en 2002, que es, además, todo un subgénero: el de hombres comunes que se encuentran rehenes de una situación de alto voltaje que no tienen idea de cómo desactivar.

Solo que Axel, el personaje de Francella, no es el típico héroe americano reticente, sino un joven jovial, despreocupado, con don de gentes y un poco chantún. Tiene una novia que no merece y está a punto de dejarlo, un trabajo en un call center de alto estrés y un jefe insoportable, pero nada hace mella en su ánimo... hasta que atiende esa llamada.

En este caso, claro, no estará la extinta cabina de teléfono público que aparecía en la de Schumacher: la acción está limitada a una muy actual oficina de call center, compartiendo -además del siempre presente francotirador- la temática de la infidelidad y la acción en tiempo real como anclas narrativas.

“Ricardo, que vive en Estados Unidos, ve continuamente mucho este tipo de contenido y tenía mucha idea en su cabeza de lo que quería lograr, habiendo consumido tanto todo tipo de películas estadounidenses”, contó Nicolás Francella en una entrevista realizada por la agencia Télam sobre los elementos contenidos en el filme.

“LA HISTORIA DA VÉRTIGO”

Entusiasta sobre el proyecto, el actor contó que “tenía ganas de meterse en una película de este tipo de contenido y género” y que “la historia todo el tiempo le generó mucho vértigo” porque los directores “siempre trasladaron una idea muy clara de lo que querían contar con la película”.

Francella cuenta que encaró el rol, atípico en las producciones nacionales, “de la misma forma que encaro siempre todos los proyectos. Y me sentí muy contenido por los productores, que tienen muchísima experiencia y rodajes importantes, y también por los directores y por la historia. Así que tenía que fluir e ir encontrando cómo contar la película. Fue un rodaje muy agradable, más allá de lo intenso, y muy lindo, con un equipo casi 100 por ciento uruguayo”.

Para prepararse, el joven actor de “Las Estrellas” y “Pequeña Victoria” “vi muchas películas de este género; me acuerdo de una con Jake Gyllenhaal y otra con Ryan Reynolds, que pertenecen a este código de encierro y de tensión y adrenalina”. No fue, de todos modos, sencillo replicar lo que aquellos actores hacían en esas películas.

“Lo que más me costó”, cuenta el intérprete, “fue no tener la suerte de poder filmar una película cronológicamente. Soy bastante aferrado a las notas personales para escribirme las continuidades de todo tipo. Si uno está haciendo una película de otro estilo, quizá es un poco más fácil acordarte más o menos de dónde venís y para dónde vas. En este caso, el personaje necesitaba ir in crescendo pero no tuvimos suerte con lo cronológico por un tema de locaciones y múltiples motivos. Y eso era lo más difícil: no perder ese timón de ir in crescendo. No pasarme en determinado momento para no quedarme corto después en otro lado, no explotar antes porque se necesita que explote en otra parte. Eso era lo que más me costaba y por lo que más obsesivo me ponía para ver si estaba en el lugar correcto o me estaba desviando un poco”.

“Vi muchas películas de este género; me acuerdo de una con Jake Gyllenhaal y otra con Ryan Reynolds, que pertenecen a este código de encierro y de tensión y adrenalina”

Al respecto, adelanta que “en un momento en la película hay un click y pasa algo grave pero el personaje no se puede desbordar y debe permanecer inteligente y calculador porque no le puede ganar la presión de la situación. Esa es la empatía que aparece por el personaje, que tiene que resolver y que cuidar a mucha gente. En ese momento aparece lo heroico y tiene que mantener una frialdad y una inteligencia que pocas veces se puede”.

Francella entabla un duelo actoral con Gabriel Goity, aunque solo mantienen comunicaciones telefónicas. “Tratamos de ser muy cuidadosos con la tecnología porque era elemental para que tuviera un buen sonido en el oído: tenía audios grabados de Goity hablándome. Y muchas veces tengo escenas largas, con mucho texto, y no podía escuchar al equipo técnico ni a nadie más. Así que todo eso fue bastante especial”, cuenta sobre esa dinámica.

“Me gusta mucho la película y ser parte de un proyecto así; de un género al que no acostumbramos ver”, agrega Francella. “Generar ese dinamismo, adrenalina, tensión y ese vértigo que siente el espectador, que debe ser incómodo. El trailer genera ese incomodidad al verlo, y eso es ir por buen camino. Que te moleste un poco ver, te incomoden la amenazas. Es casi necesario que se vea en cine, más allá de que esté luego en plataforma (se estrenará por HBO Max), porque es el tipo de película que está bueno que se vea en pantalla grande. Hoy en día, la necesidad de que la gente vaya al cine es todavía más grande después de tanto tiempo parados. Es necesario que el cine tenga de vuelta un poco más de vida”.