Males no transmisibles: cómo prevenir los tres con mayor mortalidad
Edición Impresa | 7 de Abril de 2022 | 02:46

Aunque el contexto pandémico puso en primer plano el temor a los contagios, lo cierto es que siete de cada diez fallecimientos ocurridos cada año en el mundo responden a enfermedades no transmisibles, una amenaza que puede reducirse significativamente con simples cambios en nuestros estilos de vida, señalan especialistas al conmemorarse hoy el Día Mundial de la Salud.
Entre las enfermedades no transmisibles, las cardiovasculares causan la mayoría de los cuadros fatales (17,9 millones cada año, incluyendo los accidentes cerebrovasculares), seguidas del cáncer (9 millones) y las enfermedades respiratorias crónicas (3,9 millones), según datos de la Organización Mundial de la Salud, cuya fundación se conmemora hoy.
En este marco, especialistas en patologías no transmisibles explican los factores de riesgo más frecuentes, los síntomas a tener en cuenta y las claves para su prevención.
CARDIOVASCULARES
De las diversas enfermedades cardiovasculares la cardiopatía isquémica es la que provoca mayor mortalidad. Se trata de la enfermedad del corazón producto de un sufrimiento del músculo cardíaco por la obstrucción de alguna de las arterias que lo irrigan, que se llaman coronarias, a través de placas que reducen el pasaje de sangre. Cuando esas placas obstruyen totalmente el flujo de sangre se produce el infarto agudo de miocardio.
“La presencia de factores de riesgo, como hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, tabaquismo o sedentarismo, aumenta las chances de padecer un evento cardiovascular. Adoptar hábitos saludables como ejercitar, no fumar, comer en base a frutas, verduras, legumbres, pescado, pollo, poca carne roja (1-2 veces al mes) y beber poco (1 copa de vino por día) o nada de alcohol, evitar harinas y azucares refinados reduce drásticamente la probabilidad de padecer un infarto agudo de miocardio”, explica el médico cardiólogo Alberto Alves de Lima.
Como señala el especialista, muchas de las personas con patologías cardiovasculares desconocen sus factores de riesgo, y por eso no toman acciones para disminuir las chances de sufrir un infarto potencialmente fatal.
Otro dato importante: en los pacientes con antecedentes de enfermedad coronaria y en los mayores de 65 años, está indicada la vacunación contra la gripe y la neumonía como medida de prevención.
CÁNCER
La segunda de las patologías con mayor mortalidad, el cáncer, encuentra en el caso del de tráquea, bronquios y pulmón, un ejemplo del fuerte impacto que tiene el cambio de estilos de vida sobre su prevención.
Y es que el principal factor de riesgo asociado a esta enfermedad es el tabaquismo, que causa el 80% d e los casos. “Claramente no fumar es la conducta más simple para reducir la incidencia” de este tipo de tumores, afirma el médico oncólogo Claudio Martín.
“Lamentablemente la aparición de síntomas por cáncer de pulmón en general se asocian a la presencia de una enfermedad avanzada que ya no está en condiciones de ser operada. La única medida probada de detección temprana es el uso de tomografía de tórax de baja dosis de radiación”, agrega.
Cuando se logra este diagnóstico temprano a través de la tomografía, existen posibilidades de realizar la intervención quirúrgica y reducir la mortalidad. Sin embargo, “salvo algunas iniciativas de detección precoz realizadas por instituciones no existe aún un programa a nivel estatal que se haya instaurado con este propósito”, reconoce el doctor Martín.
ACCIDENTE CEREBROVASCULAR
Nueve de cada diez accidentes cerebrovasculares (ACV) están asociados a factores de riesgo que se pueden prevenir y/o tratar. Principalmente, hipertensión, diabetes, colesterol elevado, tabaquismo, sedentarismo y fibrilación auricular.
“Modificando hábitos dietéticos (disminución de ingesta de ultraprocesados y carnes rojas, consumo de pescado, frutas y verduras, cesación tabáquica y consumo moderado de alcohol) y realizando 30 minutos de ejercicio moderado 5 veces por semana y con controles médicos periódicos disminuye enormemente el riesgo de padecer un ACV”, explica el neurólogo Ramón Leiguarda.
Al igual que con otras patologías, durante la pandemia hubo una abrupta disminución de los controles en la Argentina, por lo que el experto destaca la importancia de retomar la prevención y la evaluación periódica con el médico de cabecera.
Las enfermedades no transmisibles causan en conjunto unas 41 millones de muertes cada año
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