Bombay Bs As llega con “recortes de la ciudad en forma de tangos nuevos”
Edición Impresa | 12 de Mayo de 2022 | 03:16

Bombay Bs As está “volviendo a reunirnos con nuestro público”, relata, con una sonrisa, Alejandro Guyot, compositor y voz del combo tanguero: del CCK al CAFF, con escala en Mendoza y otras plazas más, el grupo de guitarras y cantor viene paseando su nuevo disco, “Noche herida”, por los escenarios después del parate pandémico, y en el marco de esa gira llegan el viernes a la sala de 49 entre 4 y 5.
El reencuentro, afirma Guyot en diálogo con EL DIA, “tiene mucho de celebración, aunque sea una celebración con ausencias, porque no podemos olvidar lo que fue la pandemia”. Por el COVID, “hace unos tres años no vamos a La Plata”, donde, adelanta, “vamos a tocar el material nuevo, ofrecerlo íntegramente, mechando con algún ‘hit’ de nuestras composiciones anteriores”.
Pero este reencuentro con la Ciudad, acompañados de Los Andamios, un trío de proyección rioplatense de piano, violonchelo, clarinete y voz que abrirá la noche, es a la vez un reencuentro distinto, porque la banda va ahora por otro nombre: con más de 20 años de trayectoria, “Noche herida”, un álbum de obras propias que podría describirse como un compendio de mitos y leyendas urbanas con épica lunfarda, es el primer álbum del combo bajo el nombre de Bombay Bs As, tras llamarse durante toda su carrera 34 puñaladas, referencia a un tango de Edmundo Rivero, “Amablemente”, que culminaba con un femicidio.
El cambio “fue toda una decisión, una especie de refundación para el grupo. Nos pasaba que el nombre no tenía absolutamente nada que ver con lo que estábamos haciendo: empezamos haciendo tangos lunfardos, había una referencia al repertorio que había grabado Rivero, a la forma en que se poetizaba y se componía en épocas de crisis de 1929: el tango lunfardo se refería a esas historias que contenían las consecuencias de la crisis económica que azotó a todo el mundo. Pero desde nuestro disco Bombay Bs As nos empezamos a volcar a un repertorio compuesto por nosotros, tangos del siglo XXI, y también a interpretar tangos compuestos por colegas contemporáneos”, relata Guyot.
Así es que mientras se alejaban de Rivero “fue madurando la idea de hacer un cambio de nombre, acompañando también los cambios impulsados por los movimientos de mujeres. Y adoptamos el nuevo nombre porque es el nombre del primer disco en el que nos lanzamos a componer tangos nuevos al 100%, con una nueva sonoridad y una nueva poética”, en 2009.
- Una pregunta que surge habitualmente, respecto a lo que los llevó a cambiar el nombre, es qué hacer con ese viejo tango, con ese repertorio cuya poética no refleja algunos valores de nuestros tiempos.
- Yo soy docente de la EMPA, y sigo enseñando tango: el tango es un género centenario que no empieza ni siquiera con Gardel, más allá de que sea la matriz técnico-interpretativa donde comienza el canto-tango y donde se reflejan todos los cantores de tango. Y creo que lo que hay que hacer es una reflexión en torno al repertorio que uno elige, uno siempre dice algo con lo que canta, siempre es necesaria una reflexión en torno a una decisión sobre el repertorio de un concierto. Eso, el artista suele hacerlo en cada concierto, no solo con el tango, con toda la música. El tango como género musical y poético es riquísimo, pero uno tiene que hacer una reflexión al respecto, pensar qué es lo que quiere transmitir en cada concierto: no creo que haya que cancelar al género, habría que hacer lo mismo con el rock, con canciones, con artistas que han tenido actitudes bastante violentas. Y ni hablar con el reguetón, el trap, la cumbia… no quedaría nada en pie.
- ¿Y cómo viene siendo, desde 2009, desde el disco “Bombay Bs As”, cuando comenzaron con las composiciones propias, intentar llevar esa poética al siglo XXI?
- Para nosotros el cambio implicó dejar atrás el lugar de intérpretes, que para nosotros fue una especie de escuela. Y lo hicimos tratando de ser auténticos, honestos, originales y a la vez tangueros: nuestro deseo era componer tangos en tiempo real, tangos contemporáneos a nuestra época, que fueran fieles al modo en que interpretábamos la ciudad, las vivencias y las dolencias de los ciudadanos de las grandes ciudades. Intentamos recortar un cacho de ciudad y devolverla en forma de tangos nuevos. Eso tuvo algo de salto al vacío, por eso fue un momento fundacional para nosotros”.
- La renovación del tango durante mucho tiempo fue un movimiento marginal, pero finalmente parece haberse instalado en el centro de la escena, con un montón de orquestas jóvenes haciendo sus propios tangos y versiones de clásicos. ¿Ha llegado la renovación del tango?
- Es cierto, al principio era un movimiento un poco más marginal. Lo que empezó a ocurrir es que empezó a ser muy interesante el material que empezaban a producir las nuevas orquestas, los nuevos autores y compositores. Y fue muy clara la sinceridad, la honestidad con la que se trabajaba, hablo de toda la generación: y eso fue interesante. A nosotros nos pasó que sacamos este primer trabajo con música y letras nuestras, una hora de música nuestra, y se hicieron un montón de versiones, de colegas, de orquestas, que tomaron esas canciones para hacer sus propias versiones… y eso nos dio ganas de corresponder ese gesto y por eso empezamos a hacer versiones. Entonces, irrumpió un nuevo repertorio que se empezó a meter en los conciertos, en las milongas, en los clubes de música, y también los bailarines se dieron cuenta de que podía convivir con el repertorio más tradicional, con el del siglo XX. Hasta se han hecho tandas bailables. Me parece que ese fue un fenómeno interesante.
- Pasan los años, las modas musicales, se inventan géneros, pero el tango, de una u otra forma, resiste. ¿Por qué sobrevive el tango?
- Es que es parte de nuestra manera de hablar. Está impregnado incluso en canciones del rock, se trasluce ahí el tango si aguzás el oído, en la poética, en algunos gestos melódicos… El tango es inevitable, es parte del aire que se respira: por ósmosis, por contacto con las calles, todo viene con sabor a tango. Y también hay que decir que el tango resiste por una gran fuerza de voluntad de los artistas que seguimos traccionando la escena, pensando nuevos formatos, componiendo canciones. Siempre está en expansión, interrumpida por la pandemia pero ahora se está regenerando esa red, que es una red cultural, una red de contención social: el tango es un lugar de encuentro.
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