Inflación y dólar: se refuerza la canasta de los alimentos prohibitivos
Edición Impresa | 9 de Julio de 2022 | 02:25

Con una economía que mira al dólar -en particular al “blue”- y en medio de un proceso inflacionario, en los últimos días algunos alimentos nacionales y otros que llegan del exterior parecen reafirmarse en la categoría de prohibitivos para la mayoría de los argentinos. Entre los que más aumentaron están las pastas frescas y algunos pescados como el salmón que pasó de costar 3 mil pesos el kilo a 5.400 pesos. “Solo lo traemos por encargo y si nos garantizan la compra de una penca porque si no, no tenemos a quién vendérselo”, contó la encargada de una pescadería cercana a la Plaza Malvinas.
El tema no es menor para los comercios que se dedican a la elaboración de sushi y en un gran número de ellos ya se advirtió que no hacen piezas elaboradas con ese pescado debido al costo.
También aumentaron las algas, que cuestan 1.124,09 pesos, por cada diez unidades. Aunque en esos comercios, al comprarlas al por mayor logran bajar los costos.
En otra pescadería de la Ciudad, que integra una conocida cadena con varias sucursales, se indicó que allí todavía hay stock de salmón rosado y se vende a 4.900 pesos el kilo.
El blanco está mucho más económico, a 980 pesos el kilo.
También aumentaron los langostinos, que en esta época llegan de chile, de 2.500 pesos se fueron a 2.800 pesos el kilo.
Los camarones, procedentes de Ecuador que también se venden a 2.800 pesos el kilo.
Otra firma que es mayorista de pescados, mariscos y productos congelados ofrece el salmón ahumado en fetas, listo para servir.
Se vende por 200 gramos a 2.289 pesos y puede consumirse ya sea en ensaladas, en picadas o en las piezas de sushi.
En tanto el filet de salmón rosado fresco se vende por 540 gramos a 3.960 pesos.
También pegó un importante salto el precio de las pastas frescas.
Según advirtieron desde distintos comerciantes locales, todas las pastas, sean frescas o secas sufrieron un incremento que ronda entre el 10 y el 15 por ciento en la última semana.
En una tradicional fábrica de pastas frescas del centro venden los ravioles de diferentes variedades está a 600 pesos la plancha -se calcula una por persona-.
Los canelones están a 320 pesos cada uno; los tallarines al huevo 1.040 pesos el kilo y los caseros, a 1.280 pesos el kilo.
En tanto, el kilo de sorrentinos sale 2.290 pesos, entran entre 18 y 20 unidades.
Otra fábrica de pastas vende los ñoquis de papa o de espinacas a 1.100 pesos el kilo.
Las porciones de salsa para dos platos están: boloñesa a 590 pesos; fileto, 490 pesos y roquefort, 590 pesos.
Una comida para cuatro personas costará: de ñoquis, 1.320 pesos (se calcula un kilo doscientos de pastas): dos salsas boloñesas, 1.180 pesos y de queso de rallar, 460 pesos. Eso hace un total de 2.960 pesos. A ese costo habrá que sumarle la bebida, el pan y el postre.
Quienes de tanto en tanto se daban el gusto de comprar alguna pasta seca italiana por medio kilo deberán gastar entre 990 y 1060 pesos.
Vale aclararse que las pastas frescas se venden mucho más baratas en las cadenas de supermercados, aunque la calidad de las industrializadas no es la misma que la que ofrecen las fábricas locales.
En esa línea 450 gramos de ravioles de una tradicional marca argentina está alrededor de 312 pesos y la de otra marca, también conocida, 390 pesos.
El queso de rallar, indispensables para complementar las pastas o las sopas, también se disparó de manera alarmante.
El reggianito, dependiendo de las marcas que lo fraccionan y envasan, cuesta entre 3.200 y 3.800 pesos el kilo.
El queso parmesano está unos 2.300 pesos el kilo y el provolone, 2.900 pesos.
Peceto y lomo para pocos
Otro de los rubros que resulta caro al momento de organizar un menú es el vinculado a la carne vacuna.
Entre los cortes de carne que se volvieron prohibitivos para las mesas argentinas están el peceto que se vende entre 1.750 y 2.200 pesos el kilo y el lomo que está entre 1.950 y 2.400 pesos el kilo.
Quien quiera elaborar alguna comida para cuatro personas con alguno de esos cortes deberá disponer, en promedio, con unos 2.500 pesos, más los ingredientes de la salsa o guarnición.
Si la carne se acompaña, por ejemplo, con una simple ensalada de lechuga y tomate el cocinero deberá tener en cuenta que la lechuga ronda los 500 pesos el kilo y los tomates, 300 pesos.
Otros vegetales que superaron la barrera de los 500 pesos son la rúcula, los puerros, la cebolla de verdeo, la radicheta y los morrones.
Postre y café por las nubes
Aunque de postre se opte por el consumo de alguna fruta, si el presupuesto es acotado, habrá que prescindir de las que resultan más caras. Esas son la manzana deliciosa, está unos 380 pesos el kilo y el kiwi que ronda los 600 pesos el kilo.
También empiezan a verse en las góndolas locales las bandejas de arándanos a 380 pesos y el cuarto de frutilla a 400 pesos.
Por eso, lo recomendable es consumir cítricos de estación, las naranjas están unos 90 pesos el kilo, al igual que las mandarinas.
También pasó a ser casi un lujo terminar la comida con un café.
El café en granos envasado por una tradicional firma de cafeterías se vende en envases de cuarto kilo entre 1.140 y 1.240 pesos.
En tanto, en otro comercio dedicado a la venta de bebidas y comestibles importados, el kilo de café va de 4.800 a 6.000 pesos el kilo, dependiendo de la variedad.
Los golosos deberán tener en cuenta que las tabletas de chocolate por 100 gramos salen unos 1.140 pesos y los bombones también experimentaron un fuerte incremento.
Los aumentos en las golosinas que contienen chocolate se observan asimismo en los supermercados de la Región.
En los últimos días los comerciantes locales reconocieron aumentos cercanos al 10 por ciento.
“Todo lo nacional aumentó en estos días un 10 por ciento y las cosas importadas nos dijeron que se van entre un 30 y un 40 por ciento arriba”, contó la responsable de un supermercado ubicado en la zona de Plaza Azcuénaga.
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