Una nueva ola de estafas virtuales pone en alerta a los usuarios

Muchos delincuentes que operan en línea llevan al engaño con datos que son reales y así consiguen la confianza de las víctimas

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Tres de la tarde. Suena el teléfono fijo. A Cristina la llaman de una “secretaría de la Nación” para decirle que resultó favorable su reclamo por la “reparación histórica” que inició meses atrás como pensionada de la Anses. Por la resolución, le iban a transferir 3.000.000 de pesos, le informó del otro lado un supuesto abogado previsional, quien le aclaró, como para generarle confianza, que “no le vamos a pedir ningún dato personal”. Ahí nomás le recitó el número de WhatsApp de la vecina al que enviaría un documento.

Con argumentos cada vez más convincentes, que dejan poco margen a las dudas, avanzan en la Región las estafas a través de las aplicaciones en los celulares. En el caso de Cristina, según explican los expertos en ciberdelitos, bastaba con que la beneficiaria de la Anses clickeara en el documento que le ingresaría al WhatsApp para que los ladrones tecnológicos accedieran a sus app bancarias y le vaciaran las cuentas.

“No lo hice porque me di cuenta de que me podían estar estafando; pensé que si la Anses resolvía ajustar mi pensión me lo iba a informar de otra manera”, contó la mujer que estuvo a punto de resultar víctima de un ciberdelito. Añadió: “cuando me enviaron el documento desde un teléfono con el perfil de un escudo nacional me pareció todo bastante ‘trucho’ y decidí bloquear el número”.

Ocurre que esta situación como en otras de similares características es fácil caer en la trampa: los autores de la práctica delictiva por medios remotos le enumeran al blanco de la estafa varios datos de la personas que son verdaderos y así consiguen hacerle creer que se trata del ofrecimiento de un beneficio para el usuario o cliente.

También estos días, y como lo reflejó ayer la edición digital de EL DIA, volvieron a surgir casos de vecinos platenses que recibieron mensajes en el WhatsApp con remitente del ministerio de Salud invitando a la aplicación de un refuerzo de la vacuna contra el Covid y solicitando, para completar el trámite, el ingreso a un código que desde el organismo enviaban. Con ese link los ciberestafadores pueden acceder a los contactos de la persona y piden transferencia de dinero de “urgencia” en nombre de ella.

Se sabe ya desde la pandemia (y se reiteró luego en distintas oportunidades) que las carteras sanitarias tanto de Provincia como de Nación nunca se contactan por WhatsApp con la población para convocarla a operativos de vacunación.

Igual política sigue la Anses. Según reiteraron fuentes de la administración nacional de seguridad social, “el organismo no se comunica con nadie telefónicamente y ningún trámite se realiza telefónicamente”. Asimismo, recomendaron “no brindar información telefónica”.

El “phishing” (el nombre en inglés de la maniobra) se define como una modalidad de la ciberdelincuencia. Para cometer el fraude se apela a la manipulación emocional de las víctimas, buscando que, a través de trampas que parecen tener sentido, revelen información confidencial con la que luego se concreta la estafa.

Abogado especializado en delitos informáticos, Raúl Martínez Fazzalari, indicó que a través del teléfono o la mensajería instantánea (WhatsApp) se producen “todo tipo” de estafas desde hace años. El experto consideró que a pesar de las permanentes recomendaciones de entidades comerciales y organismos públicos que insisten en señalar a los usuarios que eviten suministrar información, los fraudes ocurren porque los ladrones “en línea” parten de datos que son reales, y entonces, señaló, “resultan convincentes”.

Los medios para el robo, sintetizó Martínez Fazzalari, son el teléfono fijo, el celular (en especial el WhatsApp) y el mail. “Se ofrece un código y cuando se ingresa a él se produce la estafa”, explicó el especialista y añadió, “la verdad que como usuarios terminamos entregando datos clave para los delincuentes”.

Suelen ser dos las fuentes de las que se sirven los ciber delincuentes y de donde obtienen algunos de los datos reales que funcionan como señuelo. “Hay venta de base de datos por un lado y empleados infieles por el otro”, puntualizó Martínez Fazzalari.

El abogado recomendó algunas acciones a seguir para evitar las estafas. “No facilitar datos porque ninguna empresa ni organismo los solicita nunca, ni por teléfono ni por mail ni por ningún medio; jamás entrar a un link o código que se envíe por celular o cuenta de mail; si alguien desconocido llama, no entrar el diálogo, porque es ahí donde se filtran los datos; y tener en el WhatsApp la doble autentificación”, concluyó.

Con un link, los ciberestafadores pueden acceder a los contactos de las personas

 

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