Hartos de las picadas, en Don Carlos cortaron calles
Edición Impresa | 21 de Junio de 2023 | 04:03

Desde hace más de seis meses, el tránsito por una de las áreas del Barrio “Don Carlos”, entre Hernández y Gorina, requiere de la atención especial a un inesperado trastorno urbano: en una veintena de manzanas las calles están cortadas por montículos de tierra y escombros que aparecen como una especie de remedio casero del vecindario contra el descontrol de las picadas de motos.
En las últimas horas, el Municipio avisó que va a quitar las barricadas y habrá más controles de tránsito.
El paisaje, con pocos antecedentes a la vista, deriva de un ambiente de hartazgo y preocupación por la inseguridad vial y los ruidos molestos que vienen generando las extendidas reuniones de motociclistas, tanto en horas de la noche como en jornadas de fines de semana a plena luz del día.
La situación, en una zona de una extendida urbanización de viviendas que se desarrolló fuerte en la última década, generó una larga lista de reclamos y asambleas. Cuentan en la zona que las respuestas a esas demandas ante el Municipio y la Policía no fueron las esperadas. Así, entre los frentistas optaron por un remedio casero, como es cortar la calle para impedir que se vean como rectas para levantar velocidad o realizar maniobras circenses.
La decisión fue confirmada a este diario desde esa zona en la que hay alrededor de 500 viviendas. Los vecinos prefieren no hacer exposiciones públicas sobre la situación pero sostienen, en voz baja, que así y todo todavía no se pueden librar las tardes y noches a puro ruido de motores.
Los montículos “anti picada” aparecen cada cincuenta o cien metros, aproximadamente, en el cuadrante que forman las calles 501, 507, 138 y 141.
Esa zona está prácticamente deshabitada, pero tiene resuelta las calles, con calzada de asfalto y cordón cuneta. A la vez, se advierte a simple vista el tendido de cables y luminarias.
En la zona sostienen que esa característica, dio lugar al uso como pista de carreras clandestinas. Uno de los problemas deriva de su vecindad con la franja densamente poblada (de 138 hacia 131) del Barrio. “Es imposible descansar a la noche o los domingos y feriados”, se sostiene en el barrio en relación con los ruidos.
Esa problemática se fue acentuando en el último tiempo con la afirmación del lugar como punto de reunión. Incluso, se señala en la zona, las convocatorias entre motociclistas se venían realizando a través de las redes sociales.
VECINOS INDIGNADOS
El punto culminante se sitúa promediando el año pasado. Aseguran en el vecindario que las motos se contaron por centenares en esos días y en una de las reuniones se registró un incidente vial en el que un conductor que hacía wheelie (andaba con la rueda de adelante levantada) en una zona con transeúntes, chocó a una familia.
“Ahí se pudrió todo. La gente se cansó de que nadie le de bola y aparecieron los montículos”, le confirmaron a este diario.
LOS CORTES Y LA OBRA EN LA 501
De la historia que relatan en la zona de Don Carlos y viene dando cuenta este diario, se puede tener evidencia concreta al conducir por la zona.
Quienes no conocen al detalle el sistema de calles hoy se encuentran con los montículos como dificultad adicional a los desvíos que impone la obra de reconstrucción de la calle 501, unas cuantas calles hacia arriba desde 131 en la mano ascendente. Lo que sería la mano descendente, desde 141 aparece cortada.
En 501 hay una obra y en sentido descendente es imposible pasar / EL DIA
La medida, con pocos antecedentes cercanos, no garantiza la paz en la zona, según se lamenta en el vecindario. “Todavía se ven las motos. Si bien no es tanto, ahora andan por arriba de la vía del ferrocarril y otras calles de la zona”, se apuntó desde la zona en las últimas horas.
Siempre según la versión que recogió este diario en el vecindario, el área de las picadas, con amplias franjas de terrenos vacíos, es un desarrollo urbano en ciernes, con terrenos vendidos o por vender en un ejido que aún con servicios no formaría parte todavía del catastro municipal.
Denuncian en la zona que una moto atropelló a una familia mientras hacía “wheelie”
En la zona hay mucha atención sobre los problemas asociados a la vida urbana. Los vecinos están en contacto permanente, se reúnen y hasta hay garitas de seguridad en algunos puntos. Incluso, se sostiene que hubo presentaciones masivas ante la Comuna y reuniones con funcionarios.
Ante una consulta de este diario, desde el Municipio se indicó que “se procederá a retirar los montículos”. En ese sentido, se puntualizó que “ya están trabajando en eso desde el área de Planeamiento con la Delegación” de la localidad.
También reclaman por el descontrol de las motos en Plaza Malvinas y en Villa Elisa
La intervención, se aseguró, se complementará con una respuesta a los reclamos de los vecinos: se intensificarán los operativos en la zona, “ya desde esta semana”, se indicó. Esa tarea está bajo la órbita de la Secretaría de Control Ciudadano.
Don Carlos no es el único punto en el que hay fastidio con del descontrol asociado a las carreras y maniobras temerarias. También en la zona norte padecen en Villa Elisa, en la zona del la plaza Luis Castells. Se sostiene allí que grupos de motociclistas usan el Camino Centenario y la plaza como escenario de carreras y de exposición de los ensordecedores “cortes”.
El flagelo se extiende incluso dentro del casco céntrico, hasta la Plaza Malvinas. Los fines de semana, en horas de la madrugada, en los alrededores del predio hay rugidos de motores. A la vez, denuncian en la zona que la plaza se transforma en escenario adicional para esas prácticas peligrosas.
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