La enseñanza secundaria: ¿Produce alergia a las matemáticas?
Edición Impresa | 16 de Septiembre de 2023 | 04:10

A los 18 años, un joven enfrenta una decisión que influirá significativamente en su futuro, una elección para la cual no existen rutas predefinidas. Esta elección no parece estar directamente relacionada con los posibles ingresos que podría percibir en su futura profesión. Otro desafío se presenta cuando las carreras con cursadas obligatorias chocan con las responsabilidades laborales de muchos aspirantes, obligándolos a descartar ciertas opciones.
LA PREPARACIÓN ESCOLAR
La educación secundaria lleva años sumida en una crisis que ha sido ampliamente ignorada, a pesar de que, en teoría, su objetivo principal es preparar a los estudiantes para su ingreso a la universidad. Esta situación se hace evidente al observar los gráficos de la población de la UNLP, publicados por el Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial. Estas estadísticas revelan que, en lugar de una elección consciente, los estudiantes muchas veces optan por una carrera a través del proceso de eliminación, basándose en lo que definitivamente no quieren. Por ejemplo, matemáticas.
Los resultados de las pruebas Aprender 2022 en Argentina refuerzan la relevancia de estas tendencias. En matemáticas, el 82.4 por ciento de los estudiantes se ubicaron en los niveles más bajos de desempeño, marcando una caída del 11 por ciento con respecto a la edición anterior (2019).
El 43 por ciento de los estudiantes optan por carreras humanísticas y solo el 21, exactas
A raíz de esta problemática, las carreras de ingeniería atraen a un número menor de estudiantes en comparación con las disciplinas consideradas humanísticas o medicina. La disminución en las habilidades matemáticas podría contribuir a la percepción de que las carreras en ciencias exactas son más desafiantes. Además, influye en esta tendencia el hecho de que muchos estudiantes se ven presionados a ingresar a la universidad debido a las expectativas familiares o mandatos sociales, ya que las opciones de formación técnica y terciaria son limitadas. La realidad demuestra que también existe un cierto grado de “facilismo”, como se observa en el caso de la medicina (solo se inscribían entre 800 y 3000 alumnos; actualmente, alrededor de ocho mil). En este sentido, no se trata necesariamente de una vocación despertada luego del ingreso irrestricto, sino de otras motivaciones.
Precisamente, esta es la carrera que ha registrado la mayor cantidad de estudiantes, aunque es importante destacar que aproximadamente la mitad de ellos son extranjeros que tienen un objetivo específico: evitar los rigurosos exámenes de ingreso en sus países de origen o los elevados costos de matrícula en las instituciones educativas locales.
PREVALENCIA DE LAS HUMANIDADES
El 43 por ciento de los estudiantes universitarios optan por carreras en el ámbito de las artes, psicología, humanidades y trabajo social, mientras que tan solo el 21 por ciento elige campos como ingeniería, arquitectura, ciencias exactas, informática, ciencias naturales y astronomía. Esta disparidad, junto con otras que se detallarán más adelante, sugiere que las elecciones de carrera pueden depender en gran medida de gustos personales, de la formación recibida durante la educación secundaria y, como se mencionó anteriormente, de la tendencia a evitar las ciencias matemáticas. Además, es notable que, incluso en profesiones con una significativa demanda laboral y atractivas perspectivas salariales, como la informática, solo el 3 por ciento de los estudiantes opta por esta área.
IMPORTANCIA DEL FACTOR ECONÓMICO
Es decir, parece que el factor económico no desempeña un papel importante en estas decisiones, y con la particularidad de que cuenta con la población más joven (22,2 promedio) y con una menor participación femenina (833 mujeres y 3.116 varones). El promedio de edad indica que aquellos que eligen la informática tienden a inscribirse con la intención de completar sus estudios de manera rápida y eficiente. Es inevitable señalar que en la actualidad, los profesionales en informática suelen tener ingresos que son, al menos, tres veces mayores que los de un médico promedio; y, sin embargo, Medicina encabeza el ranking con el 20 por ciento.
En matemáticas, el 82.4% de los alumnos se ubicaron en los niveles más bajos de desempeño
Es digno de mención que en un país que depende en gran medida de la agricultura y la ganadería, solo el 4 por ciento de los estudiantes universitarios elige estudiar carreras relacionadas con la agronomía (1 por ciento de la matrícula) y la veterinaria (3 por ciento).
Por otro lado, Trabajo Social se destaca por tener un alumnado con promedio de edad más elevado (29,2 promedio), aunque les toma más años para obtener el título universitario.
El hecho más llamativo es que un 12 por ciento de la matrícula esté en Arte -para alcanzar las estadísticas de la Facultad de Arte, se deben sumar los porcentajes de tres facultades: la Facultad de Informática (con solo 3 por ciento), la de Ciencias Exactas (4 por ciento) y la de Ingeniería (6 por ciento)-. Esta facultad ha contado con profesores destacados, y quizás en la actualidad esté experimentando la influencia que ha ganado a raíz de la carrera de Diseño que, en la actualidad, tiene un impacto mucho mayor del que comúnmente se supone, abarcando áreas que van desde el diseño de aviones hasta el de licuadoras. Es de un espectro tan amplio, que en la Argentina para muchas de las especializaciones no existe enseñanza formal. Sin embargo, es plausible que en los próximos años esta disciplina ocupe un lugar aún más destacado en el panorama académico y laboral.
UNIVERSIDADES PRIVADAS
La enseñanza privada en general ofrece carreras que no requieran inversiones, como ocurre con medicina u odontología. De manera que a la situación existente, desde el ámbito privado se contribuye a engrosar los graduados en las áreas humanísticas. Por lo tanto, la preponderancia es aún mayor a la que se ve reflejada en las estadísticas de la Universidad Nacional.
En los últimos años, han surgido nuevas instituciones educativas que se han enfocado en profesiones emergentes, tales como marketing, saneamiento ambiental, energías renovables, acompañamiento terapéutico y disciplinas vinculadas a la tecnología digital. Lo destacable es que en estos campos no se exige obligatoriamente una formación de cinco años para obtener el título, lo que genera el interés de quienes desean salir rápidamente al campo laboral.
Toda esta situación, que refleja la confusión de los jóvenes, está influenciada, como se mencionó, por la crisis en la educación secundaria, caracterizada por su falta de adaptación a las demandas de la vida moderna y la falta de preparación de los estudiantes para su papel como ciudadanos. Además, la debilidad en matemáticas y la falta de conciencia sobre la importancia de nuevas especializaciones contribuyen a que muchos consideren esta etapa como una “pérdida de tiempo”.
UN NUEVO PROYECTO
En este contexto, el Colegio Nacional de la Universidad de La Plata está llevando a cabo un experimento interesante. Están construyendo un anexo en Gonnet, en un terreno cedido por la Fundación Florencio Pérez. En este proyecto, la Facultad de Ingeniería de la UNLP está desempeñando un papel activo. Este experimento tiene un enfoque técnico centrado en las energías renovables y tiene como objetivo reforzar la enseñanza de las matemáticas, que hasta ahora ha sido una debilidad en la educación secundaria.
En los últimos años, el Colegio Nacional ha estado colaborando activamente con la Facultad de Ingeniería en un plan conjunto. El objetivo es que la ciencia de las matemáticas pueda captar el interés de los jóvenes y despertar vocaciones en este campo de trascendental importancia.
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