Carter, el mandatario de EE UU que hizo de los DD HH su bastión
Edición Impresa | 1 de Octubre de 2024 | 01:26

Jimmy Carter es un demócrata, no porque fuera candidato del partido con ese nombre en Estados Unidos sino por sus convicciones. Nació en Georgia, un estado al que siempre se lo consideró conservador y vivía en un pequeño pueblo cuando fue elegido presidente de EE UU. Nunca se sintió cómodo en Washington, rodeado de políticos tradicionales con más deseos de poder que ideas.
Hoy cumple 100 años siendo el expresidente más longevo de la historia de su país, tal vez lo ayudó la placidez de su pequeña ciudad y su tarea de productor agrario.
En EE UU generalmente se considera el período de un presidente es de 8 años con un voto de confianza a los 4 años. Carter no logró ser reelecto, pero en ese corto período de tiempo marcó la política exterior de EE UU de manera que hasta hoy parece definitiva.
RESPETO A LOS DD HH
Entendía que su país debía defender la democracia en el mundo desde una posición ética, y por eso estableció que el respeto a los derechos humanos en todas las naciones debía ser un objetivo de la política exterior estadounidense. Lo demostró en la Argentina cuando envió a la diplomática Patricia Derian durante el gobierno militar de Videla.
Su informe en relación al respeto de los DD HH fue para aquel tiempo demoledor y marcó un hito de la futura conducta de los diplomáticos de EE UU. Cuando dejó la Casa Blanca creó una fundación para promover la democracia y el respeto que se había ganado hasta lo convirtió casi en un hábito en situaciones difíciles. Así ocurrió en Nicaragua cuando se llevó a cabo la primera elección después de la caída del dictador Somoza. Logró que el sandinista Daniel Ortega, tras perder las elecciones frente a Violeta Chamorro, fuera a su casa a felicitarla. En realidad el acuerdo lo había hecho con Chamorro si ganaba Ortega, como se preveía, pero el resultado se revirtió y Ortega, perdedor, aceptó la invitación.
Recién después de años le reconocieron a Carter en su país el papel de hombre de reserva para defender la democracia en el mundo y enarbolar la bandera del respeto de los DDHH. Doctrina que el Departamento de Estado ha tenido que adoptar.
LA CRISIS INFLACIONARIA
Presidió su país que desde los primeros días de su mandato sufría una inflación del 5 por ciento anual y un desempleo del 7,5 por ciento, cuando los norteamericanos consideran que ambos índices sumados no deben ser mayores al 7 por ciento.
Por lo tanto, los norteamericanos sentían que el país estaba en crisis, pero a ello se sumó que el precio internacional del petróleo produjo que la inflación llegara al 13,3 por ciento en 1979 y el desempleo al 14,8 por ciento.
Aunque se lo ha considerado un presidente fallido, en el plano internacional se le reconocen victorias diplomáticas como cuando tras sus gestiones Egipto e Israel firmaron un tratado de Paz después de años de enfrentamientos militares.
Carter creía que su país tenía una enorme responsabilidad por su actitud imperialista hasta Latinoamérica, y a pesar de una cerrada oposición interna le cedió a Panamá la propiedad del estratégico canal.
El haber antepuesto ideales a los intereses económicos de poderosas empresas de EE UU y llevar a cabo decenas de gestiones como las que se enumeraron le significó recibir el Premio Nobel de la Paz en 2002.
Por supuesto tuvo algunos traspiés como cuando el nuevo gobierno de Irán mantuvo secuestrados a decenas de ciudadanos norteamericanos y no tuvo otra opción que tratar de rescatarlos por la fuerza.
El fracaso militar motivó que se culpara a Carter por no haber dejado que las fuerzas armadas de EE UU desplegaran todo su poderío para rescatar a los rehenes.
La embajada estadounidense en Teherán, violando todos los acuerdos internacionales, siguió ocupada por los iraníes y 8 de los 52 norteamericanos prácticamente encarcelados murieron estando prisioneros.
En 1979 Rusia invadió Afganistán y Carter acompañando por los mandatarios de varias naciones europeas envió toda clase de pertrechos militares a los rebeldes que enfrentaban a Moscú.
En aquel momento hubo casi unanimidad de que esa era la actitud que correspondía, pero cuando Rusia se retiró y los Talibanes tomaron el control de Afganistán, se culpó también a Carter de haberlos armado. Con el diario del lunes siempre es fácil decir qué correspondía hacer el domingo.
LA DOCTRINA CARTER
Pero el sencillo y humilde campesino de Georgia sentó una doctrina que ha llegado hasta el extremo de que se objeten acciones de empresas industriales instaladas en países subdesarrollados que no respetan elementales derechos de los trabajadores, lo que se denuncia como una violación a los DD HH.
Más aún, por primera vez en la historia, un país centroamericano aliado de Washington declaró persona no grata a un embajador norteamericano por sus denuncias respecto al tratamiento que recibían los presos políticos en ese país.
Por supuesto que en muchas oportunidades en nombre de la seguridad o el interés nacional de EEUU en algunos países Washington no enfrenta con firmeza algunas dictaduras.
El año pasado, Carter pasó de las internaciones por su frágil estado de salud, a vivir en su casa, acompañado de su familia, con cuidados paliativos. Así festejará hoy sus 100 años.
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