Las presiones propias que recibe el Gobernador

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La idea de que Axel Kicillof es el dirigente opositor que emerge como eventual candidato presidencial para 2027 está siendo fogoneada con cada vez más insistencia por algunos dirigentes bonaerenses. El que hizo punta hace algunas semanas fue el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que directamente habló de armar “algo nuevo” por afuera de La Cámpora. La definición hizo ruido y en la Gobernación prefirieron sacarle el cuerpo como para evitar nuevas rispideces con Máximo Kirchner. Pero en las últimas horas el que salió a bancar la posible postulación del Gobernador fue un dirigente histórico del interior. Se trata del alcalde de Villla Gesell, Gustavo Barrera. “Axel es el futuro presidente de los argentinos, no hay otro candidato de nuestro espacio”, lanzó. Cerca del mandatario bonaerense prefieren la cautela porque consideran que no son tiempos de hablar de 2027. “Una candidatura no es la prioridad”, sostienen. Pero Kicillof comenzó a mostrar un perfil más nacional, en sintonía con su fuerte rechazo a las propuestas del presidente Javier Milei.

 

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