Roberto Carmona, “La Hiena Humana”, preso por lo que le quede de vida
Edición Impresa | 18 de Mayo de 2024 | 04:08

El multiasesino Roberto “La Hiena Humana” Carmona fue sentenciado ayer a la pena de prisión perpetua por el asesinato del taxista Javier Bocalón en 2022 en Córdoba.
Carmona fue condenado por el homicidio criminis causa calificado por alevosía de Bocalón, cuando pretendía escapar en una visita a su expareja en esa provincia.
La sentencia fue dispuesta por la Cámara en lo Criminal y Correccional de 8ª Nominación de la capital provincial, integrada por los jueces Marcelo Nicolás Jaime -presidente del tribunal-, Juan Manuel Ugarte y Eugenio Pérez Moreno y por decisión de un jurado popular.
Carmona ya estaba en prisión por otros tres asesinatos cuando durante una visita a su expareja mató al taxista.
De este modo, llegó al final el juicio que se le seguía en Córdoba. Más temprano, el fiscal Hugo Almirón había pedido que “La Hiena Humana” sea condenado efectivamente a perpetua por el crimen de Bocalón en diciembre de 2022. La querella también solicitó que el acusado reciba la pena máxima.
Almirón describió a Carmona como un hombre “perverso” y “sin remordimientos”. Además, pidió que la Justicia no le conceda un tratamiento terapéutico, ya que las pruebas aportadas demuestran, según dijo, que es consciente de los asesinatos que cometió.
Con respecto a la querella, representada por Carlos Nayi, se requirió que el acusado sea encontrado culpable y condenado a la pena máxima por ser una “máquina de matar, sin cura ni remordimientos”.
“Los garantistas hablan mucho de los derechos humanos, pero en la vida todos los extremos son malos. Me gusta que haya garantías para el procesado, pero al extremo no. ¿Qué hacemos con un criminal como éste? Ha salido diez veces y las diez veces ha matado. ¿A nosotros quién nos defiende de un hijo de puta como éste?”, manifestó entre sollozos y lágrimas Raúl Bocalón, padre de la víctima.
En tanto, Andrea Bocalón, hermana del chofer asesinado, por su parte expresó: “Hoy enterramos un nombre y un apellido. No lo voy a nombrar, deseando que muera lo más lento y doloroso posible en su vejez. Como él dijo, en el infierno se encontrará con amigos, y quizás también, yo digo que se encontrará con su madre, quien desde las entrañas nunca lo quiso. Y no la culpo, las madres presentimos”.
En una de las últimas audiencias declaratorias, en los que siempre estuvo encerrado en una cabina de vidrio por precaución, Carmona confesó el asesinato y describió con crueldad cómo cometió el crimen de Bocalón.
Fue el 13 de diciembre de 2022 cuando el acusado se fugaba de la Policía, por lo que se subió a un taxi, conducido por Bocalón: “Me dio un vaso con agua y ahí le mentí diciendo que había que buscar a una prima. Era mentira, no existía”.
Mientras esperaban a la supuesta pasajera, atacó por detrás a la víctima: “Lo abracé, le puse la cuchilla en el cogote. Le entré un poco y le dije: ´bajate porque te mato´. Él me dijo: ´No me robes la herramienta de trabajo´ y yo le empecé a dar no sé cuántas puñaladas”.
Esta explosiva descripción provocó una crisis nerviosa a la familia, motivo por el cual la audiencia debió ser suspendida unos minutos.
En este caso habrá un segundo juicio. Será contra seis guardiacárceles y la esposa de Carmona por facilitar su fuga, que desencadenó en el brutal crimen de Bocalón.
Tras matar a Ceppi en 1986, su segundo homicidio lo cometió en 1994: asesinó de una puñalada al preso Héctor Vicente Bolea en la cárcel cordobesa de barrio San Martín.
En ese momento, Carmona estaba cumpliendo su condena por matar a Ceppi, de 16 años. Bolea junto a otros reclusos había intentado atacarlo días antes al grito de “violador”.
Ante esto y sus reiterados conflictos con otros internos, se decidió trasladarlo a otra provincia y fue alojado en el complejo penitenciario de Resistencia, en Chaco, donde en 1997 mató, con un filoso palo de escoba a otro detenido, Demetrio Pérez Araujo.
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