Cordera llega a La Plata antes de lanzar el que será, dice, su disco final

El ex Bersuit vuelve a la Ciudad para despedir una lista que repasa toda su carrera, y anuncia su despedida de las bateas

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Gustavo Cordera se va. Dice que su próximo disco es un punto de llegada, un encuentro con eso que anduvo buscando durante años en su experimentación musical. Y que será el último disco. Quizás haya más canciones, tal vez alguna cosa más, pero discos, dice, no habrá más.

No han sido años fáciles para Cordera, desde que lanzara entre alumnos universitarios que hay mujeres que necesitan ser violadas. Fue criticado, realizó shows con protestas en la puerta, fue denunciado por incitar a la violencia. Se fue a Uruguay. Pero en ese torbellino, nunca dejó de componer, volcando su sentir en sus canciones. Su última trilogía de EP, “Cuerpo”, “Mente”, “Espíritu”, ha sido un viaje particularmente introspectivo. Y ahora, en su próximo disco, su trabajo final, vuelve a su pasado para reversionarlo, redescubrirlo.

Pero antes de ese álbum final, antes de irse, viene: mañana, Cordera se presentará en la sala de 58 entre 10 y 11 para “un cierre de lista: quisiera despedir aquello que tan felices nos hizo”.

“Venimos trabajando con esta lista desde hace un tiempo: están todas las canciones que habíamos seleccionado por popularidad a lo largo de mi historia como compositor, desde Bersuit al presente”, comenta sobre el set list “trabajado desde la emoción” que se verá en La Plata y que se pasea por el pogo, la cumbia, el cuarteto. “Bienvenida la despedida”, se llama esta pequeña gira, una despedida que “deja lugar a lo nuevo. Una despedida para darle la bienvenida a un disco que se va a publicar en julio, el disco más significativo de toda mi carrera”.

Es que, afirma, en diálogo con EL DIA, es un trabajo que “me representa: hace muchos años trabajo para la industria, pero este es un disco hecha fuera de la industria, un disco hecho bajo un nuevo paradigma: muy libre, desde el punto de vista literario, musical, con un lenguaje muy nuevo. Al no tener esa presión, me divertí mucho, jugué mucho, hice el disco que quería”.

Hay reversiones, avisa, de canciones de los tiempos de Bersuit, también reversiones de temas inéditos. “Reversiones desde el punto de vista musical y literario”, explica. “En vez de poner la energía en crear más canciones, que ya tengo más de mil, tomé aquellas canciones que merecían una reversión, para mí, y las traje al presente, las redescubrí. A lo largo de los años, he cambiado mi forma de ver el arte, la vida, de sentirla. Desde ese lugar, hice este disco”.

Cordera desliza que dentro de la industria, quizás no estaba permitido todo el juego, todos los juegos. Para afrontar esta visita al pasado y versionar con libertad, se sometió, dice, a “un ejercicio de desprogramación”. Y esa exploración, esa ampliación de las posibilidades, “no solo es musical sino humana, representa el momento que estoy viviendo”.

LA ESPERANZA

Ese momento, cuenta, está atravesado por una idea: “El día que perdí la esperanza, me di cuenta que la vida estaba esperando por mí”. Ese concepto habita su obra “y trae como consecuencia un nuevo paradigma, que tiene que ver con jugar, con improvisar”.

 

“Con este disco estaría despidiéndome de la industria, de la producción de discos. Este es el último”

Gustavo Cordera,
músico

 

Al respecto Cordera recuerda un relato de sus lecturas, donde el Diablo explica que para atormentar a la gente, lo único que hace es hacerlos esperar. “Ese es el verdadero infierno, hacerlos esperar”, lanza el artista. “No vivir el presente, no celebrar el presente. Eso fue lo que se activó en este nuevo disco: estar en el presente”.

“La expectativa, la esperanza, puede ser un gran motor”, sigue. “Pero ¿qué pasa si uno quita esa tensión de vivir esperando? ¿Esperando qué? Ahí es donde surgió esta experiencia artística que para mí ha sido reveladora”.

Así, el disco es más que un conjunto de canciones, y “va a ser presentado como una obra en su totalidad”. Incluso los videos serán parte de ese concepto global. Por ende, habrá algún adelanto, pero no va a ser un corte de difusión: “Quería reivindicar al disco como obra de arte. Va a salir en vinilo y en compact. En momentos donde la instantaneidad promueve ese frenesí competitivo en las redes y en las plataformas, queremos dejar un contenido que podés escuchar en 30 años. Es una experiencia artística que quiero regalarle a la gente”, dice “El Pelado”.

Y anuncia: “Con este disco cierro una etapa de más de tres décadas: este sería el disco número 17 en el que participo como compositor. Y con este disco estaría despidiéndome de la industria, de la producción de discos. No digo que nunca más grabe una canción, o que no siga componiendo, pero disco, este es el último”

Aunque, en realidad, tampoco quiere cerrar demasiado el futuro. Se trata, repite, de celebrar el presente. Juntarse y celebrar, alrededor de la música y su poder, dice. “Este fin de semana llegué al concierto en Mar del Plata afiebrado, agotado, con dolor de garganta, de cuerpo, de pecho. Estaba hecho percha. Viajé con la posibilidad de suspender, pero sabía adentro mío que tenía que llegar hasta el escenario: cuando subiera al escenario, iba a ocurrir lo que ocurrió. Empecé cantando como podía, terminé totalmente recuperado”, cuenta.Y cierra: “El escenario es una cubeta alquímica que quema absolutamente todo, las enfermedades, los sufrimientos, todo. La gente se va mejor de los conciertos. Es celebrar lo que nos sucede, y quemar, para sentirnos mejor. Son las canciones las que producen esto: cada palabra, cada melodía, son símbolos de alto poder, que pueden elevar a las almas. Eso sucede con el arte: el entretenimiento es otra cosa, es distraerse un rato. El arte es el encuentro”.

Gustavo Cordera
despedida

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