Mercedes-Benz le vendió su planta de La Matanza a un empresario argentino

La operación incluye el traspaso de la fábrica en Virrey del Pino, donde se produce el utilitario Sprinter. Y venderán autos de lujo

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Tras varios meses de negociación, un grupo empresario nacional compró la planta de Mercedes-Benz en Argentina. La operación incluye el traspaso de la fábrica en Virrey del Pino, en La Matanza, donde se produce el utilitario Sprinter. Además la licencia para importar y comercializar los autos de alta gama de la marca alemana.

El grupo empresarial liderado por el argentino Pablo Peralta finalmente arribó a un acuerdo para quedarse con la planta bonaerense de Mercedes Benz.

Para la operación de la planta de Mercedes Benz, el grupo local sumó a Daniel Herrero, el ex presidente de Toyota Argentina, un directivo prestigioso en la industria automotriz.

El grupo comprador está encabezado por Peralta, que es uno de los socios del holding ST, con inversiones en el mundo de las finanzas y los seguros. El holding nació en 2003 cuando Peralta se asoció con Roberto Domínguez, otro operador de la city, para comprar el banco BST.

A partir de la primera operación, el grupo fue sumando negocios y marcas dentro del mundo financiera como Orígenes Seguros, Life Seguros GST Capital (leasing), Directo (medios de pago digitales), MegaQM (fondos comunes) y el último gran golpe lo dio hace unos meses cuando se alzó con el negocio local de la aseguradora norteamericana Prudential. Los negocios del grupo está liderados por Isela Costantini, ex número uno de General Motors y Aerolíneas Argentinas.

Peralta es dueño de más de 20 concesionarios en todo el país.

Sus planes incluyen mantener la producción de la Sprinter y hacer crecer a la marca en el segmento de autos de lujo.

La planta de Virrey del Pino es la primera que la compañía abrió fuera de Alemania en 1951, hace 74 años.

Sin los camiones y chasis de buses que serán fabricados desde 2026 en la planta que la nueva división está levantando en Zárate, la fábrica de La Matanza redujo su capacidad productiva.

Pero en el futuro próximo la planta de Virrey del Pino se mantendrá en funcionamiento.

Mercedes Benz lleva manufacturadas más de 400.000 unidades del Sprinter en Virrey del Pino desde 1996.

El modelo se exporta a varios países del continente, incluido Estados Unidos.

Si bien el grupo que se queda con la planta de Mercedes-Benz está encabezado por Pablo Peralta, uno de los socios fundadores del grupo ST, según pudo confirmar Noticias Argentinas, ST no guarda relación con esta compra.

Por fuera de las inversiones financieras, Peralta además es dueño de concesionarias de autos de las marcas Chevrolet, Peugeot y Geely.

Por su parte, Herrero es un activo muy interesante para los nuevo dueños de la planta de Mercedes Benz, porque durante su gestión como presidente de la filial Argentina de Toyota concretó un ambicioso proyecto de expansión en su planta de Zárate y se consolidó como una de las compañías líderes del mercado automotriz local.

La venta de la planta de Mercedes-Benz al grupo que lidera Peralta se inscribe dentro de la avanzada de capitales nacionales en el mercado de las fusiones y adquisiciones. Los empresarios locales son los que se muestran más activos a la hora de quedarse con los negocios que las compañías multinacionales ponen en venta.

Los negocios del grupo están liderados por Isela Costantini, ex número uno de General Motors

La lista de operaciones que se concretaron en el último tiempo bajo este esquema de un empresario local comprando la filial local de una multi incluye al Banco Macro, de las familias Brito y Carballo, que se quedó con la filial del brasileño Itaú; y al Galicia -controlado por las familias Escasany, Ayerza y Braun- que pagó U$S550 millones para comprar el negocio de HSBC en el país. Por su parte, Molinos Río de la Plata, de la familia Perez Companc, concretó la compra de la marca Sibarita y su planta de pizzas congeladas en Pilar, mientras que la petrolera argentina Pluspetrol desembolsó nada menos que U$S1.700 millones para quedarse con los activos que la estadounidense ExxonMobil tenía en la Argentina junto con QatarEnergy.

Los empresarios argentinos corren con ventaja. La mayor capacidad de adaptación a los cambios y la velocidad para anticiparse a lo que puede venir en materia macroeconómica los posiciona claramente por delante de los ejecutivos de las multinacionales.

 

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