Entraron en su casa de Abasto y “no le quedó ni el loro”
Edición Impresa | 15 de Abril de 2025 | 01:53

Delincuentes perpetraron un despiadado golpe en una vivienda de Abasto. En la edición de ayer, este diario publicó que en la Ciudad no hay territorio virgen de delito y ejemplificó la situación con un grave episodio de inseguridad en Poblet, que expuso a un joven a un riesgo grave, tras ser apuñalado en ruta 36 y 216 por dos motochorros, que intentaron quitarle sin suerte un teléfono celular.
Ahora, en otro sector alejado de las luces urbanas, sobre la avenida 520 entre 212 y 213, a un jubilado de 80 años le pegaron donde más le duele: le robaron su mascota, entre diversos elementos de valor.
De acuerdo a la denuncia que interpuso la víctima en la seccional séptima, a las 10 de la mañana salió del domicilio para hacer unos mandados y, al regresar, un rato después, descubrió el paso de intrusos por el lugar.
Entre el faltante de varias herramientas, la ausencia de su loro lo llenó de desesperación, preocupación y angustia.
Todo estaba dentro de un galpón, al que se accedía sin llave.
El jubilado destacó que tiene cámaras instaladas en el predio y que, en breve, le aportará las imágenes a las autoridades.
Esa prueba, demás está decirlo, pasará a convertirse en un elemento clave de la investigación, porque podría poner a descubierto a los ladrones.
Al hombre, al margen de lo material, le interesa recuperar lo más prontamente posible a su ave, que estaba domesticada y ahora representa un vacío imposible de llenar.
Sin dudas, a los asaltantes no les quedó ni una pizca de humanidad, porque el loro, para ellos, no podía representar interés alguno y solo obraron para hacer una maldad.
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