“Soy de Edelap, ¿la ayudo?”: falso operario huyó con dólares y joyas

Todo ocurrió en plena luz del día, con una frialdad que hiela la sangre. Una mujer fue víctima de un engaño tan meticuloso como siniestro: un hombre disfrazado de operario de Edelap tocó a su puerta y, sin alzar la voz ni forzar una cerradura, logró vaciarle la casa.

Una mujer regresaba a su hogar luego de realizar unas compras, como cualquier otro día, sin imaginar que al girar la llave de su puerta estaba abriendo no solo su casa, sino también las entrañas de su intimidad, a un desconocido que se presentó con un disfraz perfecto: uniforme azul, inscripción de EDELAP en el pecho, casco de obrero y una excusa tan verosímil como letal. “Soy de Edelap. Vengo por una falla eléctrica en su domicilio ¿La ayudo?”, dijo con aplomo el sujeto.

La víctima, que efectivamente padecía problemas eléctricos, bajó la guardia y abrió la puerta de su casa ubicada en 55 entre 19 y 20.

Allí comenzó la puesta en escena. En la cocina, el falso operario encendía y apagaba luces con gesto técnico, hasta que le pidió a la mujer que presionara el interruptor y lo mantuviera así, hasta nuevo aviso. Un gesto simple, casi infantil, pero que marcaría el inicio de una pesadilla. Confiada, ella obedeció.

Pasaron los minutos, o tal vez fueron segundos eternos. El silencio comenzó a pesar. La mujer soltó la perilla y salió en busca del operario. Pero ya no estaba.

Lo que sí encontró fue un escenario atroz: su habitación revuelta, los muebles abiertos y sus pertenencias dispersas por el suelo como restos de una tormenta que nadie vio venir. Y el golpe final: faltaban sus ahorros en dólares (“Varios miles aunque no se pudo especificar la suma”, indicó una fuente policial), una caja roja que guardaba alhajas familiares, un reloj de oro con malla gruesa e iniciales, una pulsera, medallas conmemorativas y una lira con perlas.