El drama de un exiliado venezolano perseguido por el régimen de Maduro en Argentina y otros países
| 20 de Mayo de 2025 | 07:45

La reciente presentación judicial de la Fundación Apolo, que denunció la existencia de una organización transnacional venezolana del régimen de Nicolás Maduro dedicada a perseguir y amenazar a expatriados, puso de manifiesto una oscura realidad que sufren muchos venezolanos en el extranjero. El caso de José Zambrano, un joven que se vio forzado a exiliarse de Venezuela, luego de Ecuador, y finalmente de Argentina hacia Estados Unidos, ilustra de manera contundente la escalofriante mano del chavismo que se extiende más allá de sus fronteras.
José Zambrano llegó a Buenos Aires en 2018, buscando un refugio que nunca encontró. Un año antes, él, su esposa y su madre habían escapado de Venezuela hacia Ecuador, huyendo de la persecución política contra su mamá, quien, como funcionaria del ministerio de Cultura, había accedido a información sensible sobre manejos irregulares de fondos. Sin embargo, en Ecuador, las amenazas no tardaron en llegar: cartas con acusaciones de robo de documentos, directamente en su domicilio. Los intentos de denuncia fueron en vano.
Pensaron que mudarse a Argentina los sacaría del radar del gobierno de Maduro, pero no. La familia que quedó en Ecuador (y que luego se trasladó a Chile y Colombia) siguió recibiendo mensajes explícitos que mencionaban la ubicación de José en Buenos Aires. "Se me nombraba desde Colombia, que ellos tenían mi ubicación en Buenos Aires. Inclusive en un momento se le nombra a ellos [por su familia] que sabían que yo estaba en Belgrano", relató Zambrano al diario Clarín.
La tranquilidad en Argentina fue efímera. En 2022, las amenazas se materializaron directamente en su domicilio porteño. "Nos llegó una carta a nuestro "mail room" del edificio, que decía 'sabemos en qué horario paseas a tu perra, la vamos a envenenar'", confesó José.
Angustiado, intentó denunciar en una comisaría, pero solo recibió "recomendaciones de seguridad" y la indicación de enviar un correo a la fiscalía. Mientras tanto, las intimidaciones a su familia en el extranjero continuaban, con detalles precisos sobre su paradero en Argentina: "Una de esas amenazas que le empiezan a llegar a ella [su hermana] decía 'sabemos que tu hermano está en el barrio de Núñez en Buenos Aires, también lo tenemos ubicado'". La hermana de José, al igual que él, intentó sin éxito denunciar en Medellín antes de buscar asilo en Estados Unidos.
En Argentina, la persecución para Zambrano y su esposa se intensificó con llamadas de números desconocidos y amenazas a través de redes sociales y WhatsApp. Pese a reiteradas denuncias por correo electrónico, que sólo generaron respuestas automatizadas, la situación no mejoró. El pico de la angustia llegó una madrugada, cuando, mientras paseaba a su perra, notó un vehículo sospechoso con dos personas que huyeron bruscamente al ser descubiertas. Su intento de denunciar este hecho y hablar con la fiscal a cargo fue, una vez más, infructuoso.
Sin protección oficial y con la persecución en aumento, en 2024 José y su esposa decidieron buscar refugio en Estados Unidos. A ella le aprobaron la visa primero, y José, priorizando la seguridad de su esposa, decidió que partiera antes que él. Durante ese tiempo, el acoso se recrudeció: mensajes en Instagram que revelaban que "sabemos que te quedaste solito", e intentos de clonar su teléfono.
La madrugada del 5 de junio, toda su familia recibió llamadas simultáneas, y su hermana en Medellín encontró una nota en su domicilio: "Les dijimos que se les acabó el tiempo, tú y tu niña y tu hermano José en Buenos Aires tienen los días contados". Ante la inacción de las autoridades argentinas y el "miedo que nos estaba afectando de manera psicológica", José concluyó que Argentina "no representaba un lugar seguro".
A mediados de junio de 2024, la fiscalía, de forma tardía, le ofreció un botón antipánico. José ya había abandonado el país, rumbo a México, a la espera de su visa para Estados Unidos. Desde su nueva residencia, siguió denunciando, especialmente tras enterarse en agosto de que el chavismo lo había incluido en una lista de personas buscadas. Sin embargo, desde la fiscalía argentina le informaron que sólo podían investigar hechos ocurridos dentro del país.
Desde septiembre de 2024, José Zambrano reside en Estados Unidos. Cuenta que, desde su llegada a ese país, la persecución cesó. Ni él ni su esposa han vuelto a ser contactados. Su historia no solo expone la realidad de la persecución transnacional chavista, sino también los desafíos y la impotencia que enfrentan las víctimas al buscar protección en otros países.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE