Por bajos salarios, 2.273 militares y policías desertaron este año

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Más de 2200 militares y efectivos de las fuerzas de seguridad, presentaron su baja en lo que va de 2025 por causa de los bajos salarios que reciben.

Según datos confirmados por fuentes castrenses y de la cartera de Seguridad, en el Ejército desertaron 257 efectivos, mientras que 234 dejaron la Armada y 193 la Fuerza Aérea. La situación se repite en la Gendarmería (386), Prefectura (322), Policía Federal (412), Policía de Seguridad Aeroportuaria (177) y Servicio Penitenciario Federal (292), sumando un total de 2273 bajas solo en los primeros seis meses del año.

Las bajas en el Ejército -257 militares- representan una proporción alta, si se tiene en cuenta el número de uniformados que se incorporan a la fuerza. Cada año egresan de las unidades de formación unos 600 suboficiales y unos 100 oficiales, revelaron voceros castrenses.

La inquietud por los altos niveles de deserción fue confirmada también por fuentes cercanas a las fuerzas de seguridad.

La línea de pobreza para una familia tipo, según el Indec, ascendía en junio último a $1.128.398.

Tanto en las Fuerzas Armadas como en los organismos de seguridad, los bajos salarios impactan particularmente en las jerarquías más bajas. Mientras un capitán y un teniente de navío cobran $1.055.067, el nivel salarial de un teniente primero y un teniente de fragata llega a $938.420, mientras un teniente del Ejército y un teniente de corbeta perciben $846.017, y un subteniente, un guardiamarina y un alférez –las categorías más bajas entre los oficiales- cobran $766.215.

Entre los suboficiales, un sargento y un cabo principal perciben $810.933, un cabo primero, $ 727.764, y un cabo segundo, $673.588.

Otro dato que impacta, es que muchos de los uniformados que dejaron las fuerzas armadas o de seguridad, son los más entrenados, pertenecientes a cuerpos de élite.

Al descontento salarial se suma la desazón por la crisis de la obra social de los militares y de las fuerzas de seguridad, que impacta con especial intensidad en el acceso a medicamentos de alto costo.

La obra social de los militares está jaqueada por una deuda millonaria. En diciembre de 2023, al asumir el gobierno de La Libertad Avanza, Iosfa se encontraba saneada y con superávit. Hoy, tras dos gestiones que llevaron a la renuncia de sus presidentes, el pasivo asciende a más de $160.000 millones.

Pese a la promesa del ministro de Defensa, Luis Petri, de regularizar la situación, el Estado nacional mantiene impago las contribuciones correspondientes al pago de aportes patronales.

 

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