La crisis financiera abrió un debate por impacto en el país

Economistas y ex funcionarios coincidieron en que una recesión mundial afectará a la Argentina y advirtieron sobre el "debilitamiento fiscal" del país para enfrentar una situación de crisis global.

Sin embargo, el ministro de Economía y candidato a vicepresidente del oficialismo, Amado Boudou, aseguró que en medio de la crisis financiera internacional la Argentina "no necesita ningún plan" especial, sino "seguir por el camino que va". Fue en el acto de cierre de campaña de Cristina Kirchner.

Sin embargo, el ex presidente del Banco Central Alfonso Prat Gay advirtió que la Argentina sentirá el impacto de la crisis financiera de Estados Unidos y Europa "en el corto plazo".

"En el 2008 hubo una caída fuerte del precio de los commodities y una aceleración de la salida de capitales. Si hoy ocurriera eso, Argentina está peor preparada que en ese momento. Esto provocaría un problema muy importante para el Banco Central", señaló el diputado por la Coalición Cívica.

Por su parte, el ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen consideró "un error pensar que la economía argentina no se afectará" y advirtió que los problemas políticos en los Estados Unidos están desarrollando "lo que podríamos llamar una suerte de intolerancia gástrica al riesgo".

Dijo que si el mundo entra en recesión "los problemas de la locomotora doméstica se van a hacer mucho más evidentes" y pidió "volver a la gestión a partir de diagnósticos certeros".

"La actual situación va a afectar a todo el mundo. En los últimos años, la economía argentina se vio beneficiada por una demanda internacional muy fuerte por la soja, y por el mercado automotriz brasileño. Esta fortaleza llevó a descuidar la gestión doméstica de la economía", indicó.

En tanto que el embajador argentino en Francia, Aldo Ferrer, consideró que la crisis económica que afecta a Europa y a los Estados Unidos se debe a una situación de "sobreendeudamiento". Sostuvo que América Latina y países como la Argentina, deben "fortalecer su capacidad decisoria para no quedar atrapados otra vez en los criterios de la evaluadoras de crédito".

Consideró que "los argentinos no podemos resolver la crisis global pero tenemos capacidad decisiva para seguir creciendo sin que nadie nos lleve de las narices".

El ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, señaló que una caída en el precio de la soja "no será catastrófico", debido al canje de deuda de 2005, aunque advirtió que "no es menos cierto que en los últimos años se han gastado las herencias".

"Ya no hay superávit fiscal, ni en las cuentas externas, hay una salida de capitales en los últimos años muy fuerte, 70 mil millones de dólares, hay bajas inversiones, baja creación de empleo", alertó el ex ministro de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.

Agregó que "si alguien cree que una situación recesiva en el resto del mundo no va a tener un efecto sobre Argentina, me parece que se equivoca".

El economistas Juan José Llach consideró que "la Argentina ha ido empeorando respecto a estar preparada para una crisis en los últimos años, sobre todo con lo que tiene que ver con el Banco Central, cuya calidad ha empeorado".

Advirtió que "fiscalmente también se ha extinguido el superávit", aunque reconoció que es "un gran activo" el bajo nivel de endeudamiento del país.