La suerte de Estudiantes no cambia ni en la Sudamericana

Estudiantes sigue extraviado. No encuentra el rumbo y solamente suma preocupaciones y resultados negativos. Ahora por la Copa Sudamericana, en el partido de ida de la segunda fase, en donde en el Viaducto Arsenal le ganó, sin hacer demasiado, por 2 a 0.

Y lo derrotó con un gol en contra de Leandro Benítez y de Guillermo Burdisso, los dos de cabeza y tras tiros libres, en la etapa complementaria.

El equipo albirrojo, que no contó con su capitán Verón, que ha sumado muy poco en el Apertura (dos puntos sobre 12 posibles) tendrá ahora la obligación de dar vuelta esta historia cuando se enfrenten en la revancha, el próximo martes por la noche, en el Estadio Ciudad de La Plata.

El primer tiempo fue para olvidar rápidamente. Nadie encontró espacios para jugar porque se apretaron permanentemente. Las marcas apremiantes, poco menos que asfixiantes, fueron una constante, y dentro de ese contexto acertar dos pases seguidos asomó como todo un logro para quien lo pudiera conseguir.

No se sacaron ventajas y, por eso, el empate pareció el marcador que se ajustó a lo que brindaron anoche en el estadio Julio Humberto Grondona tanto Arsenal como Estudiantes, aunque en el balance final fue la visita la que generó más situaciones frente al golero Campestrini.

Al equipo albirrojo se le puede apuntar en el haber que supo controlar a los dirigidos por Gustavo Alfaro. Especialmente en el medio. Y a partir de allí dejó huérfanos de apoyo a Obolo y Leguizamón, que fueron bien tomados por la gente del fondo.

Se jugó con los dientes apretados, luchando los dos contra el fuerte viento, que fue otro factor que afeó mucho más al espectáculo.

Nadie escatimó la pierna fuerte, nadie dio ventajas, y en ese marco hubo tres llegadas de Estudiantes a través de Boselli (elevó su remate por sobre el horizontal), un tiro cruzado del movedizo Carbonero que se perdió cerca del palo derecho, y en el cierre, existió un cabezazo de Desábato, tras córner del Chino Benítez, que Campestrini detuvo contra su palo izquierdo.

A los dos se les hizo muy difícil jugar. El buen fútbol faltó a la cita, el pelotazo fue una constante y, porque fueron más las ganas de no perder, y el tedio ganó a todo el mundo.

El primer tiempo fue de vuelo bajo, no entregó emociones y se perdió en la lucha, el forcejeo, los malos pases y ese afán por destruir que por dar forma al buen juego.

La cuestión para el complemento pasaba para ver quién podía revertir esta historia. Quién se animaba a dar el paso adelante sacándose de encima la intrascendencia y esa obsesiva preocupación por la marca.

Y ese fue el local. Que encontró una vía de llegada por la izquierda, en donde se volcó Leguizamón. En tres minutos generó igual número de aproximaciones hasta que, a los 4', el Chino Benítez, en su afán por rechazar una pelota que había enviado Leguizamón desde la izquierda en un tiro libre, clavó la pelota arriba, contra el palo derecho de un sorprendido Villar.

En desventaja, Estudiantes buscó rearmar un poco su desvencijado juego, y Russo lo puso a Mariano González para apuntalar un juego y un estado anímico que se caía irremediablemente.

González fue por derecha, en donde estaba también Carbonero, y se molestaron, Iberbia, que subía por izquierda, fue poco asistido, y el juego se volcó por el medio en donde Marcone reinaba en el corte y el anticipo, y allí se fueron frustrando una a una las intentonas albirrojas

Sin complicar casi a Campestrini, sobre la media hora Adrián González mandó otro tiro libre por arriba al área albirroja, Burdisso peinó el balón hacia atrás superando el control de Desábato, y la pelota cayó contra el ángulo superior izquierdo de Villar, que solo atinó a mirar.

El 2-0 pasó a ser, a la luz de lo que estaba proponiendo Estudiantes en cuanto a juego asociado y ofensivo, como cosa juzgada. Igualmente casi descuenta sobre el final cuando Desábato, tras recibir del Rayo Fernández, no le entró bien a la pelota (le pegó con la rodilla derecha) y pudo atrapar el balón el capitán local, en dos tiempos contra su parante derecho.

La llave sigue abierta pero Estudiantes deberá dar un giro rotundo para poder superar esta instancia por la Sudamericana.