Fu Manchú en La Plata

Durante años, el reconocido mago Fu Manchú visitó nuestra ciudad ofreciendo espectáculos memorables en el Coliseo Podestá. Y sobre él, circularon durante años dos anécdotas atribuidas a su persona que si bien fueron desmentidas por el “maestro de magos”, siguen contándose en los círculos mágicos.

En ellas le son atribuidos efectos que nunca presentó. La primera, manifiesta que el mago había anunciado su función para las 21 horas, pero que llegadas las 23 la misma todavía no había comenzado. El público del Coliseo, molesto, amenazó con destrozar el teatro al momento que el mismo mago se presenta y dice: “-¿A qué se debe tanto alboroto? Los espectadores manifestaron que el motivo del enojo era que se había atrasado dos horas en el comienzo de la función, a lo que el mago contestó “tengan a bien mirar sus relojes”, y el público observó que en ellos la hora marcada era la de las 21. Y continuaba diciendo el mago: “Mi función dura dos horas por lo que, con este juego, doy por finalizada la misma. Y el público, al volver a mirar sus relojes, observó azorado que éstos marcaban las 23. Aún hoy, algunos magos señalan que el truco en realidad existió, y que el gran mago visitante había recurrido al hipnotismo.

La otra anécdota de Fu Manchú, difundida en la década de los 60, refiere que el gran mago convertía la sala en una gran pileta de natación y, cuando el público creía que se ahogaba en ella, el agua desaparecía totalmente. Luego la función continuaba con total normalidad con una serie de prodigios hasta finalizar.

Y si bien ninguna de estas historias se ha podido establecer como real, formó parte durante años de los mitos mágicos de la Ciudad. Lo que sí es cierto, es que los espectáculos en La Plata de Fu Manchú -hijo de holandeses nacido en Inglaterra y radicado en Argentina- fueron tan atractivos como poseedores de un encanto especial en los que se mezclaban bailarinas, situaciones humorísticas, esqueletos que danzaban, cambiantes telones escenográficos e importante vestuario, con la propia magia que el gran mago aunaba en sus espectáculos con fértil imaginación. Una foto de época de Fu Manchú, inclusive, se encuentra actualmente en el Museo del Teatro Coliseo Podestá.