Cristina en primera fila: el fervor argentino se sintió en el Vaticano

Un fuerte fervor celeste y blanco, cargado de mucha emoción, se vivió ayer en la plaza San Pedro con la presencia de muchos argentinos que celebraron la asunción histórica del primer Papa de nuestro país y latinoamericano.

La presidenta Cristina Kirchner presenció en primera fila la ceremonia que inició el pontificado de Francisco, y se emocionó -con algunas lágrimas inclusive- cuando saludó al nuevo Papa, que nació en el barrio porteño de Flores.

La mandataria, vestida completamente de negro y con un sombrero como marca el protocolo, precisamente, tuvo el lugar de privilegio por ser el Papa Francisco argentino.

Luego, tras la ceremonia de asunción, Cristina Kirchner fue la primera mandataria en saludar al Santo Padre, y se mostró visiblemente emocionada en el nuevo encuentro con el pontífice, con quien almorzó el lunes, en la residencia de Santa Marta.

Durante la ceremonia de asunción, la jefa de Estado estuvo acompañada por el canciller Héctor Timerman, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; y el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, además de dirigentes empresariales, sindicales, otros funcionarios y legisladores.

Por la Iglesia argentina, participó de la ceremonia de entronación el titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, quien por la tarde se reunión con la Presidenta (ver página 8).

Al lado de la delegación argentina, la más importante con 19 personas, se ubicó la italiana, encabezada por el presidente de Italia, Giorgio Napolitano.

saludo con maxima

Además, Cristina Kirchner se saludó e intercambió algunas palabras con la princesa de Holanda, la argentina Máxima Zorreguieta, quien el 30 de abril próximo será consagrada reina consorte, ya que su marido, el príncipe Guillermo ocupará el lugar dejado por su madre, la reina Beatriz.

Cerca también se encontraba el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y su esposa la Princesa Letizia, además de la canciller alemana, Ángela Merkel y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Mientras, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, estuvo también con el papa Francisco en la basílica San Pedro del Vaticano, junto a su esposa, Juliana Awada, y aseguró que el Pontífice lo mandó a llamar para saludarlo especialmente luego de su asunción. Según contó, el ex arzobispo de Buenos Aires le reprochó que no haya ido a saludarlo junto con su hija Antonia: “Le dije que la próxima vez la voy a llevar”.

Mientras, en la plaza San Pedro las banderas argentinas se hicieron notar en medio de una multitud de fieles de distintas nacionalidades, que fueron a acompañar al Papa Francisco en el inicio de una nueva etapa llena de expectativa.