Dolor en el adiós a las víctimas de la tragedia de Villa Gesell

Las familias de las cuatro víctimas del rayo que cayó el jueves en una playa de Villa Gesell trasladaron sus cuerpos a las ciudades de donde eran originarios, y donde ayer los esperaban para darle entierro sus amigos y allegados en medio de escenas de enorme dolor.

El cuerpo de Gabriel Rodríguez, de 20 años, fue trasladado a Henderson, una localidad de 9.500 habitantes, cabecera del partido de Hipólito Yrigoyen situado en el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires. Hacia allí fue llevado por una comitiva de funcionarios de esa comuna junto al grupo de cuatro compañeros que veraneaba con él en Villa Gesell, cuando la caída de un rayo lo sorprendió en el balneario Afrika y murió en el acto.

Gabriel fue velado en la casa funeraria del pueblo en Henderson, donde el intendente decretó dos días de duelo y estuvo a la entrada de la localidad para recibirlo junto a sus familiares.

Dado que “Gabito”, como llamaban sus amigos a Gabriel, era fanático de las motos y se había asociado al Club de Motos de Henderson, una caravana de motoqueros lo esperó en la rotonda de ingreso al pueblo para acompañarlo a la casa velatoria.

El joven, que el 7 de enero último había partido junto a cuatro amigos a Villa Gesell para disfrutar sus vacaciones había terminado recientemente el secundario y se dedicaba a sus varios hobbies, como pasar música en fiestas y andar en moto.

Junto al cuerpo de Gabito llegaron también a Henderson el resto de sus amigos heridos, los que fueron trasladados al hospital zonal a fin de seguir haciéndoles exámenes debido a la exposición que tuvieron al rayo y recibir contención psicológica.

AGUSTIN

En tanto familiares y allegados a Agustín Irustía, de 17 años, lo recibieron ayer en el aeropuerto de la ciudad de San Luis, donde arribó en un vuelo privado pagado por el gobierno provincial en el cual se trasladaban sus padres, heridos en el accidente.

Fabián Irustía, de 45 años, papá de Agustín, quien es entrenador de Vóley de Lafinur y también de la selección de San Luis, contó al a prensa que “toda la gente, todos los chicos, están pidiendo que lo velemos en el club, pero yo no estoy capacitado para tomar una decisión así”.

También contó que su hijo “tenía un proyecto de vida, toda su vida armada. Era un buen jugador pero sobre todo una excelente persona. En donde iba a jugar era adorado por todos, no tenía problemas con nadie, era un sol”.

Agustín Irustía veraneaba junto a su familia y estaba jugando a la pelota en la playa cuando ocurrió la tragedia. Era alumno del colegio San Luis Rey, jugaba al vóley en el club Lafinur y tenía una gran proyección nacional.

PRISCILA

A su vez Priscila Ochoa, de 16 años, quien falleció anteayer pese a los esfuerzos realizados en el Hospital de Villa Gesell, esperaba en la morgue de Pinamar su traslado a la ciudad de San Luis ya que los familiares aguardaban la evolución de su hermana Salma, internada en el Hospital Tetamanti de la ciudad de Mar del Plata.

Priscila era hija del vicepresidente del club Atlético Lafinur, Fabián Ochoa, árbitro nacional y técnico del equipo, herido también por el rayo, y mantenía una estrecha relación con Agustín Irustía.

La adolescente jugaba al vóley como central en su equipo y también integró la selección puntana en los juegos binacionales, donde el conjunto femenino logró el quinto puesto.

NICOLAS

En tanto, los familiares de Nicolás Ellena, de 19 años, nacido en la localidad bonaerense de 9 de julio, pero quien vivía en nuestra ciudad desde el año pasado para seguir sus estudios de Ingeniería, no habían decidido hasta ayer el momento de su traslado.

Nicolás era alumno del tercer año de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Tecnológica Nacional y merced a su muy buen desempeño fue seleccionado como becario de investigación en el LEMaC, centro dedicado a las investigaciones viales.

También jugador de vóley del club Universitario, había viajado a Villa Gesell de vacaciones junto a toda la familia de su novia, Victoria Prestera, quien también resultó herida.